Contienda política con Infante al fondo
Los partidos aprovechan el homenaje al pensador para intercambiar críticas
Desde que hace dos años el Parlamento andaluz tomó el mando del homenaje a Blas Infante con la conmemoración de su nacimiento —antes solo se rememoraba el día en que lo fusilaron, el 10 de agosto—, los partidos políticos han arrimado el ascua del legado del precursor de la autonomía a la sardina de su ideología e intereses. Infante fue un pensador prolífico que dejó múltiples escritos sobre temas muy variados, tuvo posiciones heterodoxas y es fácil componer una miscelánea de su obra acorde con la posición de cada grupo y la actualidad política.
Pero la edición de este año sonó más política que las anteriores, quizás porque el Gobierno central ha cambiado de color tras las elecciones de noviembre y el Ejecutivo andaluz se mantiene en la izquierda con una coalición. Si el año pasado PSOE e IU convirtieron a Infante en el primer “indignado” de Andalucía y hallaron un sinfín de semejanzas entre su figura y el movimiento del 15-M, este jueves aprovecharon el acto institucional para denunciar las agresiones del Gobierno a Andalucía y el proceso de involución del Estado autonómico.
El izquierdista José Antonio Castro criticó el “imprudente centralismo” y “la ofensiva poco inteligente contra el modelo autonómico y los servicios públicos”. Mario Jiménez (PSOE) fue aún más concreto y acusó a los “frentes conservadores políticos, mediáticos y económicos” de perseguir un “nacionalismo de primera y un regionalismo subsidiario”. “Estos planteamientos revisionistas rompen la cohesión de España en terrenos de igualdad”, agregó, y citó el pacto fiscal que reclama Cataluña, “que encuentra apoyos del Gobierno, que debería impedir esta asimetría”.
Carlos Rojas, del PP, utilizó el mismo armazón sobre el que construyó su partido la oposición al PSOE en las elecciones del 25 de marzo: en 30 años de autonomía no ha bajado el paro y persiste el fracaso escolar. Censuró la “confrontación” con el Ejecutivo de Mariano Rajoy y recordó que la sanidad o la educación son responsabilidad de la Junta.
El presidente del Parlamento, Manuel Gracia, invocó el consenso entre los partidos, la dignidad de Andalucía —que no puede aceptar trato discriminatorio— y la defensa cerrada del Estatuto autonomía. Pero tampoco se sustrajo a la tentación de enviar un mensaje con la percha del acto. En este caso al defensor del pueblo, José Chamizo, quien dijo hace unos días, en sede parlamentaria, que la gente está “hasta el gorro” de las “peleítas” de los políticos. “No hay ni mayor legitimidad para representar al pueblo que el designio de las urnas, y nadie puede arrogarse el papel de encarnar la voz de ese pueblo con más propiedad que quienes han recibido el mandato directo de los votantes”, entremetió Gracia.
Al 127 aniversario del nacimiento de Blas Infante, que presidió José Antonio Griñán, acudió la mayor parte del Gobierno andaluz, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y otras autoridades. La hija del padre de la patria, María Ángeles, que preside la fundación que lleva su nombre, leyó fragmentos sueltos de su obra. Fue la única voz ajena a la contienda política.
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