Los hoteleros avisan que las nuevas tasas restarán competitividad a Barcelona

La subida de tasas e impuestos puede ser letal para el negocio turístico catalán, pero especialmente para un destino urbano como es el Barcelona. Así lo entiende el Gremio de Hoteleros de la ciudad, alerta con los efectos nocivos que puedan tener en cuestión de medio año los tres nuevos gravámenes que afectarán sobre el precio final que se pagará por pasar unos días en la capital catalana: la subida de las tasas aeroportuarias desde el 1 de julio, la implantación en noviembre de una tasa de pernoctación creada por la Generalitat y la subida del IVA que plantea el Gobierno central. El resultado de las nuevas medidas supondrán un incremento del 15%, según el presidente de los hoteleros de Barcelona, Jordi Clos.

“Perderemos competitividad frente a otras ciudades como Madrid y Berlín”, ha sentenciado Clos, quien ha admitido que los nuevos gravámenes podrían presionar a los operadores a bajar sus precios para poder seguir captando visitantes o reduciendo inversiones por la caída de los márgenes de beneficios. El hotelero ha mostrado “preocupación” por la puesta en marcha de tres medidas recaudatorias casi a la vez y poco después de destacar que la tarifa media de un hotel se ha incrementado un promedio de seis euros en el último año, fijando el precio medio en 110 euros por habitación y día.

Entre 2011 y 2013 el gremio prevé que sus asociados hayan invertido 782,3 millones de euros en nuevos hoteles y reformas de los actuales. Este año se han inaugurado once nuevos hoteles con 1.200 nuevas camas disponibles, mientras que está previsto que el próximo año se inauguren otros siete, con unas 800 plazas.

Y pese a la ampliación de la planta hotelera, los establecimientos prevén cerrar este año con un 85% de ocupación, lo que permitirá repetir el éxito de 2011.

El Gremio de Hoteles de Barcelona considera que el proyecto de Eurovegas puede ser positivo, en el sentido de “complementar" la actual oferta de la ciudad de Barcelona, siempre que se haga "bien" y de manera "razonable". Jordi Clos, ha asegurado que, de entrada, este proyecto, por el volumen de puestos de trabajo y la inversión económica que comporta, deben verlo "bien". Pero ha alertado de que durante la fase de análisis del proyecto se debe garantizar que "no afecte ni contamine la imagen ni la visión internacional de Barcelona".