Dos fiestas colosales, una resaca agridulce
Los hosteleros cifran en ocho millones los beneficios por la celebración de la Eurocopa Los locales con barra en las calles ganaron hasta un 60% menos en el Orgullo respecto a 2011
Alegría y descontento. Son las dos caras de la moneda tras las grandes celebraciones que han invadido Madrid durante las últimas semanas. La algarabía del Orgullo LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales) y la euforia de La Roja han dejado un sabor agridulce en el sector hostelero de la capital.
La asociación de hosteleros La Viña asegura que la celebración de la victoria de la selección nacional de fútbol en la Eurocopa dejó el pasado lunes un beneficio de ocho millones de euros en los bares, cafeterías y restaurantes de la zona centro, lo que supone un 30% más de ganancias que un día al uso. “Ojalá todos los días fuesen como el lunes”, exclama una responsable de la agrupación, que aglutina cerca de 3.000 empresas del sector.
200.000 kilos de basura
Las dos fiestas, roja y arcoíris, se tradujeron en más de 200.000 kilos —200 toneladas— de residuos recogidos en las calles de Madrid. Durante los tres días principales del Orgullo se acumularon en las vías públicas de la zona centro 171 toneladas de basura, siendo el sábado el que más porquería aglutinó, unas 84 toneladas. El operativo de limpieza lo integraron 347 efectivos, que emplearon 121 máquinas.
La gran fiesta de la Eurocopa dejó 35 toneladas de residuos a lo largo del recorrido del autobús, un cúmulo de envases y restos alimenticios retirados por 96 operarios. Pese a la gran afluencia de público y la euforia desatada, no se produjeron desperfectos en el mobiliario urbano, según informaron fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente.
Durante todo el campeonato, La Viña estima que se generaron unos 20 millones de euros de beneficios en los locales de la región. “La Eurocopa ha supuesto una inyección importante para los hosteleros, que a partir de ahora se enfrentan al bajón de los meses de julio y agosto”. Los ganadores fueron los ubicados en los alrededores del recorrido del autobús de la selección, que partió del Palacio de la Zarzuela y llegó hasta la plaza de Cibeles pasando por la calle de la Princesa y la Gran Vía. “Un triunfo de este este nivel anima a la gente, lo que supone un incremento del consumo”, asegura la asociación.
Pero no todo es optimismo. También afirma La Viña que los restaurantes sufrieron durante el campeonato. “Los partidos o bien se ven en bares con pantalla o en casa, y esos días las mesas con mantel son las grandes olvidadas”. La Asociación Madrileña de Empresarios de la Restauración (AMER), que cuenta con 800 locales asociados, comparte esta opinión, e incluso va más allá al afirmar que durante la semifinal y la final del campeonato de fútbol europeo la facturación de algunos restaurantes fue cero. “El hecho de que los partidos se jueguen a las nueve de la noche ha hecho mucho daño; ha sido una auténtica ruina”, lamenta una de sus responsables.
Pese a la situación de crisis que azota al sector, que en 2011 fue el que más quiebras sufrió en la región tras la construcción, el comercio al por mayor y las actividades profesionales, La Viña cree que la fiesta de La Roja ha sido el “perfecto” colofón a la temporada primaveral, una de las mejores para la hostelería madrileña.
La "falacia" del Orgullo
“Durante los últimos años nos han acusado de forrarnos durante la semana del Orgullo; es la mayor falacia”. El secretarioi de comunicación de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid (AEGAL), José Santamaría, no ofrece un balance positivo de la festividad arcoíris. Asegura que son las grandes multinacionales de la hostelería las que “literalmente se hacen de oro”. Se queja de que los locales adscritos a su asociación, unos 80, de los que el 90% se encuentran en el barrio de Chueca, aportan desde 150 hasta 2.300 euros para la organización del evento, pero ,“injustamente”, son los máximos perjudicados. “Los grandes, como McDonald’s y Burger King, obtienen importantes ganancias sin poner un duro. Los chorros de gente nos los deben a los organizadores”.
Y demuestra sus palabras con datos: los locales con barra en el exterior registraron durante los días fuertes de la fiesta (jueves, viernes y sábado) pérdidas respecto a la edición de 2011. En el caso de los pubs de la plaza de España, la recaudación fue un 60% menor a la del pasado año, con una media de tres barriles de cerveza vendidos por local frente a los 14 del Orgullo 2011.
En el resto de plazas el descenso también fue notable: un 40% menos en los bares de Callao, un 45% en la Plaza del Rey, un 20% en Chueca y un 25%en la calle Pelayo. “El número de asistentes ha bajado un 10%, pero esa reducción no se corresponde con las pérdidas”. Santamaría tiene muy claro el porqué. La venta ambulante de cerveza, los llamados lateros, y el botellón.
“El Ayuntamiento debería incrementar los controles, de no hacerlo esta celebración peligra”, sentencia con un atisbo de preocupación. En la organización del certamen, que este año ha costado 330.000 euros, los patrocinadores aportan en 70%, el Ayuntamiento un 15% y los locales con barra el 15% restante. Aunque todavía es “pronto” para hablar de cantidades, la asociación estima pérdidas por valor de 14.000 euros.
Pese a lo negativo de su discurso, Santamaría reconoce que algunos locales, una “minoría”, han registrado beneficios del 50% con respecto a su actividad rutinaria. “Con el Orgullo, gana el pirata”, añade con harta resignación.
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