La Junta se enfrenta también al Gobierno por los horarios comerciales
Rafael Rodríguez avisa de que la liberalización será perjudicial para las pymes y el empleo
Cada nueva reforma que acomete el Gobierno de Mariano Rajoy agranda la brecha con las políticas de la Junta de Andalucía. La liberalización de los horarios comerciales anunciada antes de ayer por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, no iba a ser una excepción en una comunidad autónoma que hasta ahora ha seguido una política más bien restrictiva en los horarios de apertura.
El consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez (IU) ha expresado públicamente su rechazo a la reforma de los horarios comerciales y ha alertado alertó de que tendrá un “impacto negativo” sobre las pymes y el empleo en el sector. Pero además, el consejero de IU lamenta que se trate de una nueva medida unidireccional del Gobierno del PP que rompe el modelo andaluz de regulación de la actividad comercial “que ha estado basado en el consenso entre los agentes socioeconómicos”. Rodríguez reivindica además la regulación vigente en Andalucía porque “permite el equilibrio entre todos los formatos”.
La gran novedad de la reforma del Gobierno es la obligación que impone a 14 ciudades, entre ellas Sevilla, Málaga, Córdoba y Granada, de que declaren zonas de libertad total de horarios. El Gobierno quiere además ampliar de 72 a 90 horas semanales el tiempo que pueden estar abiertos los comercios y elevar de ocho a 10 el número mínimo de festivos que pueden abrir cada año. La legislación estatal actual establece un mínimo de ocho, que las comunidades autónomas pueden ampliar hasta un máximo de 12.
En Andalucía, la Junta ha optado siempre por el mínimo de ocho festivos para todos los establecimientos con más de 300 metros cuadrados de superficie y ha impuesto duras sanciones a los establecimientos que han incumplido esta limitación como ocurrió con las tiendas del centro comercial Vialia de Málaga, en el complejo de la estación ferroviaria María Zambrano.
El Gobierno justifica su propuesta de liberalización horaria en un intento de favorecer la actividad comercial y el consumo y la creación de empleo. Pero el consejero de Turismo y Comercio andaluz está convencido de que no será así. “La liberalización no aumenta el consumo, sino que traslada las compras del comercio de proximidad hacia los grandes distribuidores”, afirmó.
Rodríguez vuelve a apelar a la conveniencia de que la administración autonómica, los empresarios y los sindicatos hagan un frente común contra la liberalización de horarios, como ya lo ha pedido también frente a la previsible subida del IVA, asuntos que serán tratados en la Mesa del Comercio convocada para el viernes. Las federaciones de pequeños comerciantes ya han reiterado su rechazo a la liberalización horaria, porque entienden que les sitúan en peores condiciones para competir con las grandes superficies, que persiguen la máxima liberalización posible.
El alcalde de Córdoba, una de las ciudades que debe declarar zonas con libertad de horario, José Antonio Nieto (PP), mostró su entusiasmo con la reforma y dijo que los propios comerciantes apreciarán las ventajas de la libertad de horarios. “No solo no va a ser un problema, sino que será una medida positiva para que la imagen de Córdoba siga mejorando y para que la actividad comercial de los mejores rendimientos posibles”.
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