Los nuevos dueños de Terra Mítica cambian la dirección de parque

El 71% de la nueva propiedad del parque temático Terra Mítica ha hecho valor su peso accionarial y sus derechos políticos para modificar el consejo de administración de la empresa, que ahora pasa enteramente a manos privadas y a estar dirigido y controlado por el grupo Aqualandia.

Tras vender el 70,76% de las acciones el Consell (22,31%), la CAM (24%), Bancaja (24%) y el Banco de Valencia, que tenía una participación minoritaria, por 65 millones de euros, 45 de los cuales se han destinado a pagar la deuda acumulada por el parque, lo que en realidad deja en los bolsillos de los vendedores 20 millones, la Junta Ordinaria de accionistas de Terra Mítica celebrada este viernes ha decidido nombrar nuevo presidente a George Santa-Maria, que también preside Aqualandia España, SA, mercantil propietaria de otros dos parques temáticos en Benidorm: Aqualandia y Mundomar. El nuevo presidente sustituye a David Lladró, cuya familia también es accionista, y en el consejo se integran Franck Santa-Maria, el director general del parque, Joaquín Varela, Roberto Batouche y Francisco Ronda, propietario de Cementos Benidorm, en representación de los accionistas minoritarios, que disponen del 29,24% de los títulos.

En un comunicado, Terra Mítica aseguró que “comienza una nueva etapa” para parque, en la que uno de sus objetivos fundamentales será “el saneamiento de las cuentas del complejo y la puesta en valor del mismo como imagen de la ciudad”.

Sin embargo, el grupo vendedor también le ha impuesto condiciones de futuro a Aqualandia, que si vende los terrenos del parque en los próximos 30 años deberá entregarles el 30% de los beneficios antes de liquidar los impuestos. Los planes del comprador, sin embargo, van en dirección contraria, ya que su previsión pasa por trasladar Aqualandia y Mundomar al casi millón de metros que ocupa Terra Mítica, construir en su mismo interior alojamientos hoteleros y confluir hacia una zona de ocio más parecida a Port Aventura.

El parque catalán, rentable desde 2005, alcanzó en 2011 los 3,7 millones de visitantes, facturó 173 millones (un 19% más que el año anterior) y obtuvo un beneficio superior a los 12 millones de euros. Port Aventura es propiedad al 50% de Caixabank e Investindustrial, el fondo de capital riesgo que, por ejemplo, triplicó en seis años la inversión que hizo en la fábrica de motocicletas Ducati tras vendérsela hace dos meses a Audi.