Formica cierra su planta en Galdakao y deja en la calle a más de 200 trabajadores
La empresa despide a más de 200 personas
Fue cuestión de 50 minutos, aunque la decisión ya sobrevolaba desde hace semanas sobre la sede que la empresa Formica tiene en Galdakao. El temor de la plantilla sobre el posible cierre definitivo de la planta se había intensificado los últimos días tras conocer que el jefe de operaciones y el de personal de la compañía en Europa visitarían las instalaciones y se reunirían ayer con el comité de empresa.
El anuncio irreversible da un nuevo golpe a la economía de muchas familias en Galdakao. Cerca de 240 trabajadores pasarán a engrosar en las próximas semanas las listas del paro. “No hay marcha atrás y queda muy poco margen para la negociación”, apuntan fuentes del comité. Entre los argumentos que alega la dirección de la multinacional figura el descenso en un 60% de la producción durante los últimos meses.
Con esta decisión, Formica mantendría abierta en España solo la planta de Valencia, pese a que su volumen de actividad es más bajo que el de la planta vizcaína, aunque sus sueldos son menores. La medida llega después de que en 2008 la dirección propusiera a los trabajadores una bajada salarial de un 20% así como un Expediente de Regulación (ERE) para toda la plantilla, propuestas que no llegaron a materializarse. También se toma después de que recientemente se produjeran medio centenar de despidos consensuados.
Formica se dedica en Galdakao a la producción de laminado decorativo desde hace más de 50 años. En mayo de 2007, la compañía fue adquirida por Fletcher Building, una de las constructoras más grandes de Australia. La adquisición dio como resultado la creación del fabricante más grande del mundo de superficies decorativas y laminados a alta presión.
La plantilla se reunirá el próximo lunes en asamblea para analizar la situación y ver qué medidas adoptan. El comité de empresa propuso ayer a la dirección de la planta la ejecución de un ERE prolongado en el tiempo para evitar el cierre definitivo, posibilidad que los responsables de la fábrica descartaron.
