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Gayoso se aferra al cargo pese a que Anticorrupción pide que lo imputen

El fiscal se querella contra cinco exdirectivos de Novacaixagalicia por ocultar los sueldos de sus directivos. Dimite Mauro Varela tras defender las preferentes

María Fernández

El destino a veces juega malas pasadas. Ayer quiso que Julio Fernández Gayoso se volviese a convertir en el virtual presidente en funciones de la antigua caja de ahorros, dedicada ahora a gestionar la obra social. Sucedió el mismo día en que la Fiscalía Anticorrupción solicitó a la Audiencia Nacional su imputación por un posible delito de administración desleal junto con tres de sus más cercanos colaboradores (los exdirectivos José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada y Gregorio Gorriarán). A ellos se suma Javier García de Paredes, procedente de Caixa Galicia, cuyo contrato se equiparó en condiciones a los de los anteriores.

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Según el escrito del fiscal, Gayoso habría colaborado para permitir que los exdirectivos de Novacaixagalicia inflasen sus indemnizaciones un mes antes de la fusión a través de una serie de modificaciones de los contratos que no pasaron por el consejo ni se remitieron al Banco de España. Esos cambios consolidaron conceptos salariales variables que modificaron al alza la renta vitalicia de los exdirectivos. La reclamación asciende a 7.875.474 euros, de los que a De Paredes le corresponden 5,2 porque cobró de golpe todo el montante de su blindaje, algo a lo que no estaba autorizado.

Mauro Varela se ve obligado a dimitir

Traicionado por sus propias palabras, Mauro Varela, hasta ayer copresidente de la caja de ahorros junto a Julio Fernández Gayoso, se vio obligado a dimitir por sus declaraciones de la semana pasada en las que aseguraba que los compradores de participaciones preferentes “sabían lo que estaban tomando”. En la Radio Galega aseguró que ese producto financiero de alto riesgo que se comercializó entre personas con escasos conocimientos e incluso analfabetos era “perfectamente válido”, y se colocó correctametne entre inversores minoristas.

Es, paradójicamente, la primera renuncia voluntaria en la cúpula en la antigua entidad de ahorros pese al fracaso del proyecto de fusión y los escándalos de las indemnizaciones. En su carta, Varela aseguró que siente “profundamente”, que sus palabras hubieran ofendido “a aquellas personas que están angustiadas por un problema económico muy grave. Comprendo, y soy consciente que lo por mí dicho \[las\] haya lastimado. No era tal mi intención”, admitió. En tres párrafos con firma de ayer, aseguró que espera y desea “que el problema tenga una solución satisfactoria”. Varela también dejó caer una justificación al asegurar que, si bien estos tres últimos años han sido agitados en las cajas, “también lo han sido para mí, a nivel personal”. Sus palabras no hicieron más que encender las protestas de afectados que recorrieron Galicia el viernes pasado.

La renuncia no da lugar a indemnización y deja a Gayoso como único presidente a la espera del consejo de este jueves.

El fiscal señala un posible delito de apropiación indebida y asegura que actuaron “con abuso las funciones de su cargo y pleno conocimiento de la dificilísima situación económica por la que atravesaba la entidad crediticia, a disponer fraudulentamente de bienes de la misma”. Las modificaciones amparadas por la cúpula también introdujeron derechos de viudedad a favor de terceros en los contratos que obligaron a la caja a suscribir pólizas de seguros individuales. Y lo más grave, todo se habría realizado a espaldas del consejo de administración y del propio Banco de España.

Pero ajeno a la polémica, ayer mismo Gayoso negó ante su círculo privado (antes de que se hiciese pública la querella), que fuese a dimitir forzado por la renuncia de Mauro Varela (ver información anexa). Incluso habría animado a Varela a no abandonar el cargo para evitar tener que replantearse su continuidad en la copresidencia.

A media mañana, tras conocerse la querella, nada cambió. Los portavoces de la caja se limitan a mencionar que no habrá explicaciones oficiales hasta que se celebre el consejo ordinario, este jueves. Gayoso lo presidirá, y según pudo saber este diario, más de un consejero pedirá su dimisión inmediata.

Quien sí ofreció aclaraciones fue Novagalicia Banco, que se desmarca de los documentos investigados por el fiscal. “Fueron unos contratos heredados en los que el banco no intervino. Desde el primer momento José María Castellano [presidente], se sentó a negociar con los exdirectivos para que devolviesen sus remuneraciones”.

Las prejubilaciones a las que no tenían derecho se pagaron a costa del dinero público, ya que el Estado tuvo que nacionalizar la caja para evitar su quiebra. De Paredes cobró su prestación de una vez (y no en mensualidades hasta el 2025, como estipulaba su contrato). A Pego le correspondería reintegrar 1,4 millones de euros si prospera la denuncia, la mayoría por conceptos variables. Al exdirector de la oficina de integración, Óscar Rodríguez Estrada, otros 260.000 euros y a Gregorio Gorriarán, de la división inmobiliaria, casi un millón.

En total, los cuatro se embolsaron 19 millones por sus blindajes y todavía cuentan con 33 millones en sus planes de pensiones que cobrarán cuando cumplan 65. La investigación de la Fiscalía, iniciada a instancias de una denuncia de CIG, no salpica a José Luis Méndez, que ingresó 16,5 millones cuando se jubiló, poco antes de la fusión.

La querella añade presión al PP para que deje investigar

Estirando como un chicle el escándalo de las prejubilaciones, la querella de Anticorrupción ha añadido más leña al fuego para que el PP apoye cuanto antes la apertura de una comisión de investigación en el Parlamento gallego sobre la fusión de cajas.

Las palabras del presidente de la Xunta de este fin de semana (dijo que esa comisión estaría trabajando “en septiembre o antes”), ya avanzaban en esa dirección, aunque fuentes internas del partido nieguen un cambio de criterio. “Siempre hemos dicho lo mismo, que se investigaría cuando Novagalicia tuviera su futuro encauzado, y eso puede ocurrir muy pronto”.

Los indicios que maneja la Fiscalía sobre prácticas constitutivas de delito por parte de los exdirectivos tuvieron lugar a finales de 2010, en un momento en que la Xunta gobernada por Feijóo tenía todos los focos puestos en la caja. Aunque el Ejecutivo siempre se ha esforzado en señalar que el verdadero origen del fracaso estuvo en la labor de supervisión (la Consellería de Facenda es la entidad tutelante) durante la época del bipartito, “dejando que alguna duplicase en pocos años su balance”, a través de los activos inmobiliarios.

Desde la oposición, el candidato del BNG, Francisco Jorquera, emplazó a Feijóo para que “sea el primero” que comparezca en esa comisión como “responsable directo de la situación en la que se encuentran”. El BNG cree que el presidente de la Xunta ha acabado cediendo a la presión de su partido y se felicitó de que “por fin tenga un compromiso concreto”. Y recordó que la Lei de Caixas se hizo “a medida de los intereses de los directivos y gestores de esas entidades”. Esa ley permitió que los consejos de administración de las antiguas Caixa Galicia y Caixanova se mantuviesen pese a que algunos de sus miembros, como los propios copresidentes, excedían del límite de edad (70 años) marcada en la Ley de Órganos Rectores de Cajas.

Ayer los máximos líderes de PSdeG y PP guardaron silencio sobre el particular. Solo los socialistas coruñeses salieron al paso de la actuación de la fiscalía para ratificar que “las remuneraciones no pasaron por el consejo”, como en su día aseguró Mar Barcón, portavoz municipal del PSdeG y exconsejera de Caixa Galicia. Abel Losada, portavoz parlamentario (PSdeG), también señaló a Feijóo para que “deje de refugiarse en echar balones fuera”. “La transparencia es la base de la confianza, y la opacidad llevó a las cajas a una situación sin salida”.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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