21 meses de prisión por matar a una mujer cuando conducía sin carné

Un hombre de 34 años ha sido condenado hoy a 21 meses y un día de prisión por un delito de homicidio imprudente y otro de omisión del deber de socorro. Además, el procesado deberá indemnizar a los padres de la víctima, que tenía 33 años, con un total de 70.257 euros, incluidos los gastos del entierro y funeral.

En el año 2003, el imputado, que conducía sin carné y bajo los efectos del alcohol, colisionó con otro coche y provocó la muerte en el acto de la conductora en un carretera de la localidad de Tres Cantos. Sin embargo, el Juzgado de lo Penal número 15 de Madrid le ha aplicado la atenuante analógica de dilaciones indebidas, ya que los hechos ahora juzgados sucedieron hace nueve años.

La sentencia ha considerado probado que el 26 de junio de 2003 el procesado, que carecía del permiso de conducir y se encontraba bajo el influjo de bebidas alcohólicas, conducía sin el cinturón de seguridad y a una velocidad de entre 80 y 120 kilómetros por hora por una vía de Tres Cantos donde el límite estaba fijado en 40 km/h. Al llegar a una intersección (en la calle Ronda de los Montes con La Maliciosa) colisionó con el coche de la víctima, que sí llevaba puesto el cinturón de seguridad, y que falleció a consecuencia de la sección completa de la aorta.

El acusado se dirigió a su domicilio, situado a unos 300 metros del siniestro, sin prestarle auxilio a la víctima. Allí intercambió su ropa ensangrentada con la de un primo y ambos volvieron al lugar. No obstante, el procesado fue reconocido por varios testigos.

En su declaración, el hombre alegó que aquél día solo se había bebido dos vasos de vino en la comida y que como ese día era su cumpleaños había cogido el coche. Además, negó saber cuál era la velocidad permitida en la vía donde ocurrió el accidente, pero que de todos modos no recordaba que condujese a una velocidad excesiva.

Tras el accidente declaró que se había sentido “muy aturdido” y que “no sabía lo que había pasado”. Aseguró que intentó llamar a su padre y que se marchó porque una mujer le chillo “te vas a enterar, la has matado” y no quería ser agredido por la gente. El condenado también manifestó que no llamó a Emergencias porque lo habían hecho otras personas.

La sentencia reconoce que el procesado realizó “una conducción grosera, imprudentemente temeraria y carente de los más mínimos visos de responsabilidad” y que omitió el auxilio que hubiera sido necesario aunque en este caso, “desgraciadamente”, habría sido inútil por el fallecimiento instantáneo de la mujer.