Vecinos de Velluters protestan contra la prostitución en sus calles

Medio centenar de vecinos del barrio de Velluters de Valencia se han concentrado este mediodía en la plaza del Ayuntamiento de Valencia para protestar contra la prostitución callejera que sufren en su barrio. Acompañados de pitos y con varias pancartas en las que podía leerse "Velluters sin prostitución", los vecinos de este barrio han confirmado que están preparando carteles que colgarán esta misma semana en los edificios donde se ejerce la prostitución.

El presidente de la asociación de vecinos El Palleter, Ricardo Bruguete, ha explicado que van a pegar carteles en su barrio: "A ver si se conciencian las mafias y se marchan de aquí. Llevamos más de 100 años y creo que ya hemos cubierto el cupo".

"Tenemos un itinerario por las calles más conflictivas y es allí donde pegaremos los carteles esta misma semana, para que la gente los vea", explicaba María José Volta, vecina de Velluters y secretaria de la asociación El Palleter.

Trinidad Piqué es vecina, pertenece a la asociación vecinal y ha contado así lo que ve a diario de camino a su casa. "Vemos peleas, violencia a las mujeres (por parte de) los proxenetas, vemos cómo el pequeño comercio desaparece y aparecen más prostíbulos. No queremos ser el prostíbulo de Europa".

Nuria Bernal, que ejerce la prostitución en Velluters desde hace un año, afirma en declaraciones a EFE que entiende que los vecinos protesten "porque hay personas que se comportan mal". "Pero otras tenemos que comer y pagar el alquiler. A mí no me gusta hacer este trabajo, pero lo hago por necesidad", añade.

"Yo hablo por mí y por mis compañeras que somos normales", asegura Nuria, que reconoce también que hay otras mujeres "que se desnudan en la calle" y que existen numerosos vendedores de droga en la zona.

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Valencia, Miquel Domínguez, ha afirmado hoy que la nueva ordenanza municipal debe incluir la sanción a las prostitutas que ejerzan en la calle, además de a los clientes, como "fórmula" para evitar las molestias a los vecinos.

"Si tenemos una ordenanza que les impide estar en la calle, lograremos que se vayan, ellas y los clientes", ha apuntado el concejal, quien ha reconocido que el equipo de gobierno apuesta por sancionar tanto al cliente como a la prostituta, mientras que "todos los grupos de la oposición quieren sancionar solo al cliente".

Mientras, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, se ha mostrado confiado en la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el equipo de Gobierno que permita aprobar una nueva ordenanza municipal que regule la prostitución, especialmente la que afecta al barrio de Velluters.

Calabuig ha asegurado que ha existido una buena sintonía en la reunión que ha mantenido hoy sobre este asunto con el concejal de Seguridad Ciudadana y que espera que se pueda alcanzar un acuerdo "con el máximo consenso".

"Los vecinos del barrio de Velluters no tienen por qué aceptar una situación que no es del agrado de nadie", ha señalado Calabuig.

Ha explicado que la posición del PSPV se basa en sancionar al cliente que reclama los servicios de prostitutas, elaborar un plan que permita a las mujeres salir del círculo de explotación y la aplicación estricta de normas municipales sobre licencias de locales y salubridad.

Protesta de EU

La concejal del grupo de Esquerra Unida Rosa Albert ha asegurado que la ordenanza sobre la prostitución callejera que pretende llevar adelante el PP "criminaliza y empeora" la situación de las prostitutas.

Albert ha mostrado su malestar por la reunión que hoy han mantenido representantes del PP y del PSPV para hablar sobre la ordenanza de prostitución al margen de la propia comisión que se creó expresamente para este tema y que está compuesta por representantes de los cuatro grupo municipales que conforman la Corporación municipal.

La concejal de EU se ha preguntado si "es ésta la forma que tienen los dos partidos mayoritarios del Ayuntamiento de consensuar un asunto tan delicado como éste manteniendo reuniones privadas en las que se excluyen al resto de formaciones políticas".