El cine empezó en la escuela

Aunque parezca el hermano pequeño de Cinema Jove, el Encuentro Audiovisual de Jóvenes, cuyos premios se entregan este lunes en el MUVIM, fue el principio. Nació en Cheste en 1986 y por él han pasado centenares de profesores y estudiantes con sus cortos primerizos estos 27 años. También celebridades como Santiago Segura, Paco Plaza o Juanma Bajo Ulloa participaron con sus cortometrajes siendo adolescentes.

Y no es que el encuentro pretenda catapultar futuros cineastas en competencia. “No es un lugar de concurso puro y duro”, insiste Ángel San Martín, profesor de la Universitat de València que ejerce como coordinador, “sino un lugar de encuentro de profesores y alumnos con gente del cine para intercambiar experiencias e inquietudes y propiciar redes de colaboración”.

Ahí estaban este domingo, por ejemplo, el director y el guionista de No habrá paz para los malvados, Enrique Urbizu y Michel Gaztambide, en la presentación del monográfico de Cuadernos de Pedagogía dedicado a contar qué hacen los jóvenes con una cámara. Compartían espacio con Jaume Carbonell, director de la publicación y numerosos estudiantes y profesores que acuden al certamen.

En la 27ª edición se preinscribieron 120 participantes de toda España, de los cuales fueron seleccionados 40 para exhibición y concurso. “Son algunos menos que el año pasado, pero tiene mérito, dadas las circunstancias”, matiza San Martín.

En la 27ª edición se preinscribieron 120 participantes de toda España y fueron seleccionados 40

“Cuando el profesorado está más motivado y es más estable, suelen participar más y eso se nota en el palmarés”. Esa persistencia en participación y premios se da en centros como el IES Son Pacs, de Mallorca, el García Morato de Madrid, o en programas educativos como Detrás de la Cámara, que dirige Isabel Alba, hija de Lolo Rico, la creadora de La Bola de Cristal.

Muchos de los cortos premiados repiten en festivales nacionales e internacionales. El de mayor recorrido ha sido 12 M-Santa Eugenia, rodado por el IES del mismo nombre en torno al 11-M, que acaparó los galardones de 2004. El atentado afectó de lleno a la vecina estación ferroviaria de Santa Eugenia.

“Los cortos que pasan por festivales como el nuestro son un exponente de cómo sus creadores cuentan a los demás y se cuentan sus propias historias, sus sueños y sus preocupaciones”, escribe San Martín en Cuadernos de Pedagogía, revista que entrega uno de los galardones escolares del festival.

Otros, la mayoría, los otorga el Ministerio de Educación, consisten en material audiovisual, cámaras, equipos, que permiten a los centros continuar con la alfabetización audiovisual. “El British Film Institute nos ha incluido como referente de educación mediática en el Media Literacy europeo”, remata Ángel San Martin. “Ese es nuestro terreno de juego”.