“La política, a los políticos; nosotros, a la empresa”

El presidente del SEA, la patronal alavesa, Pascal Gómez cree que los empresarios han de dedicarse a la empresa. Critica que los sindicatos hagan política y aunque no descalifica al presidente de la patronal, Miguel Ángel Lujua por hacerlo, dice que no es momento de añadir “tensión” ni “crispación”.

Pregunta. ¿Usted también cree, como el presidente de Confebask, que hay que convocar elecciones de forma urgente?

Respuesta. Tenemos que situar en primer lugar la agenda económica antes que la política. Nuestro desarrollo es económico, hemos presentado una batería de propuestas para trabajar con sindicatos y sociedad civil, y eso es realmente lo que nos preocupa y nos ocupa.

P. ¿Entonces a qué atribuye que solicitara el adelanto electoral y lo hiciera como un análisis unánime de las patronales?

R. Hemos elaborado un plan estratégico y de reactivación económica 2012-2014. Planteamos cinco medidas como minimizar la recesión, para impulsar la demanda interna con programas de estimulo del consumo y la inversión, para fortalecer la actividad y la internacionalización. Este es el por qué de nuestro planteamiento. De esta crisis solo salimos juntos, reitero, juntos, y no llevando a la crispación y a una situación de tensión. Tenemos que dejarnos de micrófonos y empezar a trabajar y llegar a acuerdos. Los gobiernos fuertes son los que llegan a acuerdos, en minoría o en mayoría, y logran que la mayoría de agentes reme en la misma dirección.

“Todo lo que no pase por ajuste salarial y más horas será difícil”

P. Dice que un Gobierno en minoría puede ser fuerte si llega a acuerdos...

R. Si una mayoría no seduce a la minoría no estaría gobernando bien. Si uno en minoría tampoco lo hace y no llega a acuerdos con otros grupos no estaría haciendo bien su trabajo.

P. ¿Usted cree que, por ejemplo, el Gobierno de Rajoy es un Gobierno fuerte?

R. Los politicos están trabajando. Voy a hacer mención del presidente de CEOE. A los políticos dejemos que hagan política, y los empresarios dediquémonos a las actividades empresariales. La situación es muy compleja extremadamente difícil de diagnosticar y analizar, no hay herramientas basadas en la experiencia, y posiblemente esta situación se estudie en las universidades. Dejemos a los políticos la política y los empresarios dediquémonos a la empresa.

P. ¿Austeridad o incentivos?

R. No creo que la sociedad vasca haya sido gastadora, y la alavesa no es gastadora, es bastante austera. Pero no se puede seguir en la espiral, no gastamos no invertimos no generamos riqueza luego no podemos gastar. Hay que desarrollar herramientas para salir de ese bucle y quizás replantearse el modelo administrativo de concejos, juntas, ayuntamientos. Hay que sentarse y llegar a acuerdos, no salir del despacho hasta llegar a acuerdos. Ese día saldremos de la crisis.

P. Ustedes han pedido incentivos reiteradamente al sector público...

R. Claro, queremos incentivos, no queremos ayudas, queremos incentivar la economía, no que nos den gratis las cosas. Al final es decir necesito que me reactive la economía para que yo pueda reactivar mi empresa, el empleo y salir al exterior.

P. Desde la patronal se propone una reducción del Impuesto de sociedad y cargar los tipos en el IRPF.

R. No son las únicas medidas, hay muchas más. Hemos planteado muchas medidas. Pero hay una regla de oro. No se trata de pagar más los que estamos pagando sino de que haya más gente cotizando. En Álava en 2007 había 150.000 cotizantes, ahora 142.000. En 2007 no teníamos problemas fiscales ahora si. Lo que necesitamos es recuperar esos 8.000 puestos de trabajo. Lo que necesitamos es que se fomente el empleo.

P. En este momento se está cargando toda la parte del ingreso en el IRPF. Rajoy lo hizo en su reforma y ahora ¿plantean una segunda vuelta?

R. No es bueno. No es bueno. Hay que hacer un análisis de cómo y qué se financia. No se trata de recaudar más sin más, sino de recaudar para mantener lo que se decida.

P. ¿Privatizar servicios públicos para ganar ingresos es un buen camino?

R. Como empresario le diré que si. Off the record le puntualizaría muchas cosas. En el mundo de la privatización de proyectos se pueden hacer grandes avances sin que ello menoscabe el buen funcionamiento, la funcionalidad y la calidad de los servicios.

P. ¿Qué opinión le produce la amnistía fiscal para aflorar dinero negro aprobada por el Gobierno central?

R. No apoyamos ningún tipo de amnistía fiscal, ninguna.

P. ¿No vale todo?

R. No vale todo. Los empresarios estamos cotizando y cumpliendo con todas nuestras obligaciones. Los empresarios no defraudamos y no puedo entender esa posición.

P. ¿Cuál es la situación de las empresas en Álava?

R. La mitad de las empresas están preocupadas y un 64% siguen invirtiendo. Se está manteniendo el empleo con un esfuerzo titánico, y seis de cada diez trabajan en nuevos proyectos. Esas son las fortalezas, pero nuestras dos grandes debilidades son la internacionalización de las pymes, y el sufrimiento de las empresas por las mal llamadas vacaciones fiscales y encima ver que ese dinero no vuelve al tejido empresarial y que los ayuntamientos se lo estén rifando como un botín.

P. ¿Creen en una reactivación a finales de año?

R. Tenemos necesariamente que pensar que sí, que se va a producir porque las empresas no van solas. Hay algunos sectores en los que se ven mejoras pero otros como construcción, madera o derivados en los que la situación es un drama.

P. Los convenios siguen bloqueados.

R. Los empresarios piden ajuste salarial y aumentar las horas de producción para ganar competitividad Y todo lo que no pase por ese camino habrá dificultad.

P. ¿Usted es de los que sostienen que los sindicatos también necesitan una reforma?

R. Absolutamente de acuerdo. El empresario necesita un buen sindicato, sindicatos fuertes que no hagan política, sindicatos preparados para pactar el desarrollo social de su compañía.

P. ¿Han notado alguna mejoría en financiación?

R. Sigue siendo un problema lo que evidencia que después de cinco años de crisis el compromiso del empresario con su tejido es total. La implicación es titánica y tiene que haber un reconocimiento político, social y sindical.