El radar entre Ordizia e Irura reduce en un 17% los accidentes
El aparato deja de sancionar a los infractores tras haber conseguido su objetivo, el cambio de hábitos de los conductores
El radar de tramo instalado hace un año en la N-I, entre las localidades de Ordizia e Irura, ha conseguido reducir en un 16,7% la siniestralidad, en una zona de especial conflictividad. La directora de Tráfico del Gobierno vasco, Amparo López Antelo, presentó en San Sebastián las conclusiones del primer año de funcionamiento del radar, que además ha reducido de un 50 a un 20% las violaciones del límite de velocidad, y disminuido en 8,3 kilómetros por hora la velocidad media a la que circulan los vehículos.
El radar dejó de sancionar ayer, ya que, según explicó López Antelo, se ha cumplido el objetivo de cambiar los hábitos de circulación en el tramo. Un ejemplo de ello es que el pasado mes de junio, el primero en el que el radar multó a conductores las sanciones ascendieron a 1.142, una cifra que ha caído hasta 305 en mayo de este año.
El número total de sanciones interpuestas ha sido de 6.000, una cifra pequeña si se compara con los 7 millones de vehículos que de media circulan por el tramo, de 19,5 kilómetros de longitud y en el que el límite de velocidad es 100. No obstante, si la Ertzaintza detecta un repunte de las infracciones el radar volverá a funcionar explicó López Antelo, que anunció que la seguridad se verá reforzada en la zona a partir de ahora con radares móviles.
El estudio, según detalló el ingeniero Iñaki Eguiara, ha detectado la existencia de tres puntos negros en el tramo. Las curvas de Itsasondo Arama, Alegia Tolosa y Anoeta en las que la siniestralidad no se ha visto reducida a pesar del cambio de habito de los conductores y en las que Interior ha recomendado a la Diputación de Gipuzkoa que rebaje el límite de velocidad.
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