El feminismo de Eurípides

Medea es una mujer formidable, sabia, fuerte, hábil y luchadora que provoca amor y, a la vez, respeto y temor. Sus convicciones están fuertemente marcadas en sus lamentos: “De todo lo que tiene la vida y pensamiento, nosotras las mujeres, somos el ser mas desgraciado”. Así es el personaje que creó en el siglo V a. C. el poeta griego Eurípides. Más de 25 siglos después, no solo la situación femenina sigue siendo —en algunos casos— parecida, sino que su figura se ha consolidado como una de las óperas más versionadas a lo largo de la historia.

En esta ocasión, el director musical Zubin Mehta comparte la dirección escénica con el cineasta y dramaturgo Gerardo Vera. Ambos presentan en Valencia la versión que el italiano Luigi Cherubini estrenó en París en 1797. Esta adaptación pasó por el Scala de Milán en 1909, pero permaneció en un segundo plano hasta que, en 1953, Maria Callas le devolvió el vigor a la sacerdotisa griega.

Esta ópera cuenta, en tres actos, una historia de deseos y superación donde la hechicera Medea mueve mar y tierra por seguir y defender a su amado Jasón del destino fatal que deseaban darle los dioses. Tras enfrentarse a largas batallas contra el destino, la traición llega de la mano de Jasón, que —en su búsqueda del vellocino de oro— desea abandonarla y esposarse con la hija del rey Creonte. La ira, los celos y la desesperación la llevan a desafiar al monarca y a destruir su familia con tal de deshacerse de cualquier nexo de unión con Jasón.

En este caso, los realizadores han pretendido “regresar hacia lo esencial” y enfatizar la rotundidad de los escasos elementos. Lo más importante, según indicó Vera, “no es la escenografía, sino la atmósfera, el concepto de la puesta en escena”. Se podrá ver en el Palau de les Arts a partir de este martes día 12 hasta el 24 de junio en cuatro representaciones.