50 municipios guipuzcoanos se niegan a poner un euro para la incineradora
Concejales de Bildu e independientes insisten en defender el ‘puerta a puerta’
Un total de 50 Ayuntamientos de Gipuzkoa, todos gobernados por Bildu o independientes, anunciaron ayer su intención de no poner “ni un euro” para financiar la incineradora prevista en Zubieta. Ediles de estos municipios, incluida la capital, San Sebastián, se proclamaron partidarios de aplicar el puerta a puerta, un sistema de recogida de la basura con el que están convencidos de que convertirá la provincia en un “territorio Residuo Cero”.
La comparecencia —una gran foto de familia con representantes de 47 municipios— pretendía hacer un alarde de la fuerza que tienen para influir en la solución final sobre el tratamiento de los desechos en Gipuzkoa. La presentación del manifiesto contra la polémica incineradora estaba perfectamente calculada para allanarle el camino al Gobierno foral de Bildu, que hoy va a presentar en las Juntas Generales el plan de residuos que quiere implantar en el territorio.
La alcaldesa de Lezo y el de Zarautz, Ainhoa Zabalo y Juan Luis Illarramendi, respectivamente, leyeron una declaración en la que se rebelan contra el modelo “insostenible” de gestión de los residuos que se está llevando hasta ahora, basado en “incinerar la basura a costa de la salud, el medio ambiente y el dinero de todos”.
Para Bildu, el plan actual supone “dilapidar 500 millones de euros”
Los cargos de Bildu consideran que su propuesta, basada en un sistema de recogida “eficaz” como el puerta a puerta que llevan a cabo Usurbil, Hernani, Oiartzun y Antzuola, es el que único que permite “reciclar el 80% de los residuos”. “Ese es el camino que queremos seguir”, subrayaron. Los alcaldes y concejales de la coalición abertzale aseguraron estar respaldados por “la razón” que, en su opinión, les ha dado recientemente el Parlamento Europeo al aprobar una resolución que apuesta por “reciclar todo lo que sea reciclable, sin que esto pueda ser incinerado”. Precisamente, esta misma tesis se contiene en el Plan Integral de Residuos de Gipuzkoa que Bildu quiere cambiar ahora para desterrar la posibilidad de construir una incineradora.
“No creemos que sea el momento propicio para dilapidar dinero, para tirar 500 millones de euros a cualquier vertedero, o para incinerar 500 millones de euros”, señalaron, además de advertir de que no van a financiar “las chimeneas de productos tóxicos” porque esta infraestructura “enferma el medio ambiente y ahogará la salud de nuestros hijos”.
“Si en San Francisco es válido el ‘puerta a puerta’, en San Sebastián también”
Los Consistorios que suscriben estos postulados engloban a una población de 545.000 habitantes, que representan al 77,5% del censo guipuzcoano. No obstante, en algunos de los más populosos, como San Sebastián, Rentería, Andoain o Beasain, Bildu no cuenta con la mayoría suficiente para llevar a cabo la política que preconizan sus alcaldes.
Sobre la viabilidad del puerta a puerta en la capital guipuzcoana, Zabalo se mostró convencida de que también es posible: “Si lo está haciendo San Francisco, con 800.000 habitantes, ¿por qué no en San Sebastián?”. Illarramendi tuvo que reconocer que está teniendo problemas para poner en marcha el puerta a puerta por la fuerte contestación vecinal. Al respecto, aseguró que está abierto a “otro sistema” diferente que logre tasas de reciclaje del 70%-80%. Descartaron extender el quinto contenedor, como defienden el resto de los partidos, porque, según Bildu, no ofrece el mismo éxito.
El manifiesto de los alcaldes se entiende como un cierre de filas ante la presentación pública del plan de gestión de residuos que el diputado de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin, hará hoy en la Cámara provincial. Comparecerá junto al ingeniero ambiental austriaco Marin Steiner, experto en la materia y coautor junto a Enzo Favoino, Joan Marc Simón y Laia Valenzuela del modelo que defiende el Gobierno foral de Bildu. Steiner es, además, “evaluador de proyectos” del Banco Europeo de Inversiones, con el que se contrató un préstamo para financiar la construcción del complejo de Zubieta donde se prevé la incineradora.
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