ERC avisa: o concierto o nada

Entre ser o estar, Esquerra Republicana (ERC) elige el ser. Ser fieles a su propuesta de pacto fiscal, el concierto económico, antes que estar en el consenso catalán por un nuevo modelo de financiación menos ambicioso. Es la vía que ha tomado el partido que dirige Oriol Junqueras, que en las últimas semanas ha lanzado varias advertencias al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a Convergència i Unió: “O la caja y la llave de la caja, o ERC no está”. Es decir, Esquerra solo se mantendrá junto a CiU en el consenso sobre el pacto fiscal (en el que está desde el inicio, junto a Iniciativa) si el modelo es el original: que Cataluña tenga una hacienda catalana que gestione y recaude todos los impuestos. Los republicanos reafirmaron su estrategia ayer con una resolución, aprobada por unanimidad en el consejo nacional —máximo órgano de gobierno del partido entre congresos— en el que instan al Gobierno de Mas a constituir de forma unilateral “la hacienda general de Cataluña”.

“ERC habla claro. Queremos el concierto”, proclamó ayer Junqueras en el consejo nacional, y remachó: “Tenemos la razón y la sabemos explicar. Nosotros queremos la llave y la caja porque es la mejor manera de defender los intereses de los ciudadanos de Cataluña. Si no, dejémonos de historias”. Las palabras del líder de ERC y la resolución suponen un serio aviso para Mas y CiU, que en los últimos días han descafeinado el proyecto original para acercar al Partit dels Socialistes (PSC) al consenso. La voluntad del líder socialista, Pere Navarro, de liderar un modelo alternativo y la entrada en escena del líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, como elemento moderador de la propuesta nacionalista han apartado a ERC de la primera escena para centrar la negociación del pacto fiscal en un acuerdo en el que esté el PSC.

La posición de fuerza de ERC es simbólica: sus 10 diputados configuran una exigua mayoría junto a CiU, pero es el garante de las esencias del concierto económico, propuesta que defienden desde 1992. Conscientes de ello, el secretario general de CDC, Oriol Pujol, y el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, las voces de CiU más decididas por un modelo similar al concierto, se reunieron el domingo con la dirección de ERC para tantearse en relación con la cumbre del pacto fiscal, según avanzó Nació Digital.

La dirección de ERC cree que la pelota está en el tejado de CiU: la federación nacionalista “ha apostado muy fuerte por el concierto económico y una financiación que pasara por mejorar el modelo actual disgustaría a parte de sus votantes”, opina uno de los dirigentes del partido.

Entre ser o estar, ERC ha decidido solucionar el dilema y apostar por quedarse fuera del consenso si la propuesta no supone un modelo análogo al concierto económico. Una acción decidida de antemano que busca evitar el sainete vivido con el Estatuto en 2006, con el referéndum del Estatuto. La dirección titubeó entonces sobre la posición que seguir, planteando varias opciones —abstención, voto nulo...—, buscó cómo estar en el consenso sin renunciar a su ser, y la jugada le salió mal: la militancia acabó imponiendo un no rotundo al texto. La posición de ERC esta vez es más cómoda: en la oposición, sin nada que perder tras una serie de batacazos, y con la militancia unida en torno a la nueva dirección. Los republicanos se curan en salud, y a pocas semanas de aprobar el modelo definitivo ya han cerrado filas respecto a su posición: o concierto o nada.