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Paul Daniel saca sonido preciso y poderoso a la Filharmonía

El próximo director de la orquesta cierra la temporada de conciertos de abono

Dirigida por Paul Daniel, que será su titular desde enero de 2013, la Real Filharmonía de Galicia alcanzó un gran éxito en su último concierto de abono de la temporada. En programa, tres obras de bien distintos estilos y diferente necesidad de expresión musical, pero con una común exigencia técnica de control del sonido, claridad de líneas y correcta disposición de planos sonoros.

La orquesta compostelana mostró una gran concentración desde el silencioso arranque de Cantus in Memoriam Benjamin Britten, una soberbia muestra de la música del estonio Arvo Pärt. Daniel impuso una matizadísima gradación de la dinámica y un entrelazado de líneas que permitió dotar su única frase, apoyada en el doblar de una campana fuera de escena, de intensidad expresiva casi angustiosa, solo aliviada por larguísimos segundos de silencio escritos por Pärt tras la última nota, impuestos con autoridad por Daniel y respetados religiosamente por toda la sala.

La mezzo canaria-venezolana Nancy Fabiola Herrera hizo una versión muy dramática de La muerte de Cleopatra, de Berlioz, especialmente en los últimos compases, claro fruto de su trayectoria operística. Su voz tiene un timbre aterciopelado en su registro medio, que afila en el agudo para clavarlo como un dardo en la sensibilidad del oyente, pero que pierde carnosidad en el grave.

La Filharmonía dio en la Sinfonía nº 2 de Sibelius una muestra del luminoso futuro que promete Daniel. Un sonido poderoso, compactamente, basado en los graves; una precisión pasmosa y una gran musicalidad permitieron gozar de una espléndida versión.

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