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“La derecha judicial estaba muy bien instalada en el franquismo”

El congreso nacional de Jueces para la Democracia rinde homenaje al jurista Manuel Peris, fundador en la dictadura de Justicia Democrática

El jurista Manuel Peris, en el homenaje que le han otorgado en el congreso nacional de Jueces para la Democracia.
El jurista Manuel Peris, en el homenaje que le han otorgado en el congreso nacional de Jueces para la Democracia.

"La derecha judicial estaba muy bien instalada en el franquismo, no había manera de que se adhiriera a ese movimiento democrático". Las palabras corresponden al jurista Manuel Peris, que fue miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entre 1985 y 1990. Y al movimiento al que se refiere era Justicia Democrática, la asociación clandestina de ámbito estatal creada en 1970 para impulsar una reforma del sistema durante el declive de la dictadura.

La Ciudad de la Justicia de Valencia ha acogido este jueves la jornada inaugural del congreso nacional de Jueces para la Democracia. Y en un lugar preponderante se ha organizado el acto titulado Nostres arrels són el futur. Homenatge a Justícia Democrática, que en realidad se ha convertido en un reconocimiento a la trayectoria de Manuel Peris. En la conferencia han participado Tomás Vives, Gonzalo Moliner y el propio jurista homenajeado.

El jurista fue vicepresidente

Peris (Burjassot, 1927) estudió en la Universitat de València e ingresó en la carrera judicial en 1953. Estuvo destinado en Chelva, Alora (Málaga), Alzira, Nules, Barcelona y Valencia. Fue juez decano de Valencia entre 1978 y 1994. Fue vicepresidente del CGPJ hasta 1990. Y hasta su jubilación fue magistrado de la sala de lo Civil y lo Penal del TSJ. Autor del libro Juez, Estado y Derechos Humanos (1976), ha sido presidente del movimiento cristiano Justicia y Paz de Valencia, de la asociación cívica País Valenciano y Democracia y de la Sociedad Filarmónica de Valencia

En su turno de charla, Peris ha desgranado cómo fueron aquellos años. "Pasamos mucho miedo", explicó. Y contó cómo se fueron celebrando aquellas reuniones fundacionales de Justicia Democrática, a las que se fueron sumando jueces y fiscales, sobre todo los más jóvenes. Se centraban sobre todo en temas judiciales, hasta un momento. "Dijimos,  vamos a quitarnos la careta de una vez y vamos a hablar de lo que queremos, hablemos de política", ha resumido Peris, "y pasamos a critica la política judicial franquista". En cuanto a la captación de afines, dijo que fue más fácil en Barcelona, quizá por la herencia de la burguesía liberal de la ciudad.

Peris ha contado anécdotas, como cuando él y un amigo acudieron a una reunión en un piso y en la calle vieron a un gris (policía franquista). "Estuvimos dando vueltas a la manzana hasta que nos dimos cuenta de que al lado había una comisaría", ha contado entre sonrisas cómplices del público.

La organización se fundó oficialmente en 1970. Fue un éxito, aunque con un poso de descontento para Peris: "No logramos captar a la derecha democrática". El jurista llegó a Valencia en 1972, y ha recordado con cariño cómo la organización captó a dos mujeres, Rosa Franch y Mercedes Boronat. Tiempos de ciclostil y panfletos, que fueron recogidos en el libro Jueces contra el franquismo.

En la Asociación Profesional de

Ya en plena democracia, el jurista lamenta que, con la Constitución de 1978, que no permitía más que asociaciones profesionales de clase, Justicia Democrática se convirtió en un colegio profesional solo de jueces. "Se frustró una de nuestras esperanzas", explicó, "yo apoyé la decisión y creo que fue un error". La otra opción era mantenerse como una organización que integrara a todos los colectivos. Justicia Democrática dio paso entonces a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM). "Fue un error, porque allí desembarcó en bloque la derecha judicial, toda la derecha judicial encabezada por los más ultras de la derecha judicial", ha explicado Peris entre risas, para luego añadir: "En Valencia, los jueces de la APM eran bastante ultras".

Tras mucho tiempo de persecución en su propia asociación, en la que no les dejaban reunirse en los locales, no les cedían la palabra o les expulsaban de las asambleas, un grupo de jueces progresistas decidieron salirse y fundar la otra gran asociación profesional, Jueces para la Democracia. "Y allí acabó la historia de Justicia Democrática", resume Peris, "porque comenzó la de Jueces para la Democracia".

Por otra parte, en el congreso de Jueces para la Democracia se manifiesta el rechazo a Carlos Dívar, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por la polémica de sus viajes privados a cargo de la institución, con una pancarta que decía: "Dívar dimisión".

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