Los alcaldes piden un nuevo plan para evitar incendios

En las inmediaciones de Rasquera (Ribera d’Ebre) se han producido cinco incendios importantes en solo un siglo. Los últimos han sido especialmente trágicos: En 1995 se carbonizaron 5.000 hectáreas y el pasado 15 de mayo un fuego devastó 3.081 hectáreas. Aparte de Rasquera, este último incendio forestal de la sierra de Cardó y del Boix afectó también a los municipios de El Perelló, Tivenys y Benifallet, de la comarca del Baix Ebre. Los cuatro alcaldes de estas localidades se reunieron este martes en Rasquera con el director de Agricultura de la Generalitat en las comarcas del Ebro, Pere Vidal, para tratar de buscar soluciones.

Todos constataron la urgencia de trazar un nuevo plan para prevenir otro incendio forestal de estas magnitudes. “Hay que empezar de cero; se debe empezar a trabajar la tierra quemada desde ahora mismo, la sierra no permite demoras”, afirmó el alcalde de Rasquera, Bernat Pellisa. La reunión entre el Ejecutivo catalán y los ediles fue una toma de contacto, pero a mediados de junio celebrarán otra en la que esperan poder tener cuantificados los daños ocasionados por este último fuego. “¿Cómo es posible que hayamos sufrido otro incendio? Esta vez hemos bajado de 5.000 a 3.000 hectáreas, pero tenemos que disminuir más”, expresó el alcalde de El Perelló, Ferran Cid (ERC).

Los ediles han solicitado estudios al Departamento de Agricultura de la Generalitat para determinar la manera definitiva de proteger la masa forestal y poder acceder a las zonas más inaccesibles en caso de incendio. “Hacen falta técnicos y pediremos a la Generalitat las herramientas necesarias”, dijo la alcaldesa de Tivenys, Maria Beltran (PSC). El responsable de Agricultura del Ejecutivo catalán en la zona sostiene que desde 2005 el 25% de las inversiones en prevención de incendios en las comarcas del Ebro se han destinado a la sierra de Cardó y del Boix. Sin embargo, pese a las peticiones de los ediles, la Generalitat no destinará una suma elevada de dinero para ayudar a revitalizar la zona. Fían la recuperación a la climatología y a los rebaños de cabra blanca, que pastarán en lugares estratégicos para proteger la vegetación. “Buscamos soluciones con pocos costes, no esperaremos cinco años para que vuelvan los pastores, la ganadería será muy importante, en septiembre podríamos empezar a trabajar desde el terreno con las cabras”, expresó Vidal.

Los ediles también hacen autocrítica por el fuego y el plan de prevención desplegado en los últimos años. “Desde 1995 algunas prevenciones que hemos hecho son aprovechables, y otras no”, esgrimió Pellisa. Precisamente, el grupo municipal de CiU en Rasquera ha denunciado estos días las prácticas forestales llevadas a cabo en el municipio que, según su opinión, solo han servido para malgastar “dinero público” con el fin de “ganar las elecciones”. “En los últimos años en Rasquera se han gastado miles y miles de euros en trabajos forestales que, desgraciadamente ahora, con el incendio, se ha demostrado que en gran parte no han servido para nada”, indica el grupo municipal de CiU en la localidad. Según CiU, en algunos bosques jóvenes tras realizar trabajos de limpieza los restos no se destruyeron, sino que se dejaron allí, motivo “por el que el fuego se propagó más rápidamente”.