La Inspección pide sancionar a un colegio sevillano por discriminación
El centro privado rechazó matricular al hijo de una pareja de homosexuales
La Inspección Educativa, que hace tres meses abrió una investigación al colegio privado Yago School, cree que este centro ubicado en Castilleja de la Cuesta (Sevilla) vulneró la ley al rechazar al hijo de una pareja homosexual. Los padres del menor intentaron matricular a su pequeño en este colegio laico y que defiende en su ideario inculcar a los alumnos el respeto a “otras culturas, religiones y modos de vida”. Según denunciaron los padres en febrero, el centro les dijo que no había plazas cuando la pareja se presentó como familia homoparental en un primer contacto. Sin embargo, había vacantes para su hijo cuando uno de los padres solicitó información sin identificarse como homosexual ante la dirección.
La Inspección, en un informe de 24 de mayo, concluye que el hijo de la pareja no ha recibido "igualdad de trato en el proceso de admisión en el centro", según detalla la Delegación de la Consejería de Educación en Sevilla.Tras estudiar el caso, el servicio de Inspección entiende que se ha incumplido el deber de “velar por el interés superior del menor” recogido en la Ley de Protección Jurídica del Menor.
“Hubo diferentes versiones a los padres en relación a las plazas libres por parte de la dirección del centro cuando estos se presentaron como familia homoparental o cuando uno de ellos se personó y pidió información sin mencionarlo”, señala la delegación provincial de Educación. La Inspección ha realizado entrevistas a los padres del menor y a los representantes del centro durante estos tres meses. También se han analizado los documentos aportados por la familia (principalmente, los correos electrónicos que se cruzaron con la dirección del colegio) y se ha realizado “un exhaustivo control del proceso de admisión de alumnos”.
Tras estudiar el caso y concluir que el menor podría no haber “recibido igualdad de trato”, se propone la apertura de “procedimiento sancionador al citado centro privado”. Serán los servicios centrales de la Consejería de Educación los que decidan finalmente si se abre ese expediente y en qué concluye.
Sin embargo, fuentes de la Delegación Provincial señalan que el centro solo se enfrenta a un apercibiento. El control por parte de la Administración es muy limitado al ser un colegio privado. La principal baza con la que cuenta la consejería es la autorización de apertura, que debe ser aprobada por la Administración. “El reglamento establece que tres sanciones en dos años supondrán la retirada de la autorización”, recuerda la delegación de Educación.
Este caso se conoció a mediados de febrero, cuando Ricardo Lucas e Iván Vallejo decidieron contarlo en la web Actuable, donde colgaron una queja en la que explicaban lo que había ocurrido con su hijo Rodrigo, que el próximo curso empezará el segundo ciclo de infantil, aunque en otro colegio. Tras llegar la queja a la Consejería de Educación, el delegado provincial, Jaime Mougán, anunció la apertura de una investigación. Y la Inspección Educativa ha dado la razón ahora a los progenitores.
Mougán señaló en febrero que los centros privados tienen reservado el derecho de admisión, pero indicó que nunca pueden caer “en la discriminación”. Según ha concluido ahora la Inspección Educativa, el centro Yago School no habría “cumplido sus propios criterios de escolarización” en el caso del hijo de esta pareja homosexual. El colegio, una vez asignadas las vacantes dando preferencia a los hermanos de los ya escolarizados y las recomendaciones de las familias con alumnos en el centro, otorga las plazas sobrantes siguiendo el “riguroso orden de llegada de las solicitudes y de las peticiones de información”, según la delegación en Sevilla de la consejería.
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