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Metro Bilbao

Dirección y sindicatos firman una paz “sin vencedores ni vencidos”

La plantilla logra todas sus demandas, pero lamenta “el tiempo y dinero” perdidos

Miembros del comité de empresa en su comparecencia de ayer.
Miembros del comité de empresa en su comparecencia de ayer.F. D.-ALDAMA

“Sin vencedores ni vencidos”. Fue la frase de cabecera en los discursos del comité de huelga, integrado por ELA, CIM, LAB, UGT y ESK, y Txema Oleaga, presidente del suburbano, el día en que firmaron el acuerdo que ha devuelto la paz social a Metro Bilbao tras un año exacto de movilizaciones —se cumple hoy—. Sin embargo, basta un vistazo al documento del pacto para comprobar que los trabajadores tenían más motivos para estar contentos. De hecho, han logrado prácticamente el 100% de sus reivindicaciones en los cincos puntos en conflicto: la ampliación de la plantilla, la reestructuración de los talleres, el servicio de Nochebuena, los turnos de conducción y la guardia legal de algunos puestos.

A la dirección le queda el consuelo de que en el asunto más polémico, el que hace referencia a la ampliación de la plantilla, un juez le dio la razón en la contratación de los supervisores, no así en la de los conductores, que pasarán a ser finalmente 166, cuatro más que ahora, en los términos que demandaban los sindicatos. La empresa también ha logrado que, en caso de que no se llegue a un acuerdo antes del 15 de septiembre sobre las condiciones para abrir el metro en Nochebuena, podrá establecerlo “con arreglo a sus facultades organizativas”.

Oleaga se felicita por la apertura de “una nueva etapa” en el suburbano

El comité de huelga firmó la paz criticando la “cerrazón” de la dirección en negarse a cumplir acuerdos que ya estaban cerrados. “Han estado meses mareando la perdiz para acabar cediendo en algo que ya se había firmado. Esto no puede volver a suceder. Lo único que hacía falta era hablar, que es lo que ellos [por la dirección] no querían”, defendió el comité. Sus representantes aseguraron desconocer qué es lo que había provocado el cambio de actitud en la empresa. “Ha podido ser que nos hayamos sentado con el CRL [Consejo de Relaciones Laborales]. El mediador ha sido clave para solucionar un problema absurdo”, indicaron.

Rafa Valencia, de ELA, apuntó que el acuerdo al que han llegado las partes “en tan poco tiempo” [un mes] ha demostrado que el conflicto era laboral y no político, “como otras personas [por la dirección] se han empeñado en hacer ver”. La compañía siempre ha defendido que el fondo de la polémica era político. El detonante habría estado, en su opinión, en la destitución en agosto de 2010 de Rafael Sarria, hasta ese momento director gerente del suburbano, cargo al que accedió de la mano del PNV en 2006. Muy poco antes había entrado en la empresa una nueva directiva con aval socialista, al frente de la cual estaba Iñaki Prego como consejero delegado.

Cuestionados sobre en qué aspectos habían cedido los trabajadores, los miembros del comité de huelga respondieron que “en tiempo y en dinero”. Valencia recordó los 1.500 euros de media que la empresa “quitó” a cada trabajador por la congelación de los salarios de 2011, a lo que se ha sumado el dinero perdido por los paros realizados. “El coste ha sido muy alto. No nos ha salido gratis”, aseveró,

Mientras, Oleaga se felicitó por la apertura de una “etapa nueva”. Respondió al comité de huelga que “cerrazón ha habido por ambas partes”. “No hemos sido capaces de entendernos. No debe volver a ocurrir”, deseó.

Dirección y sindicatos han previsto la creación de un foro de diálogo mensual entre las partes. Asimismo, los trabajadores podrán, en caso de incumplimientos de lo firmado, solicitar la intermediación del CRL.

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