_
_
_
_

El RACC propone que el Estado pague los peajes mediante desgravaciones fiscales

La entidad teme que el pago en todas las vías de gran capacidad sea un agravio más para Cataluña

Dani Cordero

En pleno debate sobre el agravio de los peajes en Cataluña, resucitado por el movimiento #novullpagar, el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) se ha descolgado este jueves con una propuesta propia que consiste en modular la gratuidad de las vías de peajes para particulares a través de las exenciones fiscales; es decir, en pagar los peajes como si nada y desgravárselos con la declaración de la renta.

El Ministerio de Fomento lanzó el globo sonda de implantar el pago en todas las vías de gran capacidad. La patronal de concesionarias, la Aseta, está totalmente de acuerdo con el principio "tanto circulas, tanto pagas". Pero el RACC pide un debate sereno en el que se contemplen todas las opciones y se sea cauto para no agudizar el "asimétrico" modelo actual, en el que en algunas comunidades autónomas la proporción de vías de pago es muy superior a la de otras.

El director de la fundación RACC, Miquel Nadal, teme que introducir el pago generalizado en todas las vías de gran capacidad, como ha planteado el Gobierno central, suponga un nuevo agravio para Cataluña. "No todo el mundo está pagando lo mismo y aquí en Cataluña eso lo conocemos bien", ha afirmado.

La iniciativa del RACC es totalmente innovadora, pero el club automovilístico la considera de fácil implantación. Bastaría con que las concesionarias remitieran a Hacienda los pagos que cada conductor ha asumido durante el año en las barreras de peajes. Incluso se podrían mantener bonificaciones por hora de circulación, ocupación del vehículo o bajas emisiones.

El único problema radica en cómo asume un Estado con las arcas vacías una medida de este tipo. Las concesionarias ingresaron 1.418 millones de euros a través de las autopistas de peaje existentes en territorio español en 2010. Es una cifra que supone alrededor del 2,1% de la recaudación del impuesto sobre la renta (IRPF). Pero de esa cifra se tendría que descontar una buena parte, ya que las empresas se bonifican los peajes, y los turistas quedarían excluidos de los descuentos.

Sea cual sea la cifra final que podría costar la medida, el RACC considera que se pueden obtener recursos adicionales para financiar la propuesta a través de otros gravámenes, como podría ser el impuesto especial sobre hidrocarburos. Según sus cálculos, un incremento de tres o cuatro céntimos de euro por litro de gasolina sería suficiente para que la Administración no tuviera que hacer ninguna aportación adicional. Según la opinión de Nadal, de esta forma se conseguiría un modelo con mayor "equidad" y "eficiencia".

Uno de los problemas que no tiene en cuenta el RACC, sin embargo, es cómo repercutiría la gratuidad de los peajes en un menor uso del transporte público. El club solo se ha fijado en cómo afectaría la medida al transporte privado, que con las desgravaciones tendría el estímulo suficiente para dejar vías de menor capacidad para circular por vías de pago.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_