El fiscal pide 23 años para el acusado de matar a la empleada de un local de juego

El fiscal ha solicitado hoy 23 años y cinco meses de prisión para un hombre acusado de asesinar a la empleada de un salón de juegos de Catarroja (Valencia) que no pudo abrir la caja fuerte que pretendía robar. El suceso ocurrió en mayo de 2010.

Durante el juicio, que ha comenzado a celebrarse hoy en la Sección Cuarta de la Audiencia de Valencia tras un aplazamiento de dos meses, la acusación pública ha modificado su calificación delictiva al considerar que fue un asesinato y no un homicidio, como en principio apuntó.

En su relato inicial, el fiscal pidió para el acusado tres años y cinco meses de prisión por robo; dos años por un delito de daños y doce años y medio por homicidio.

Según fuentes del caso, hoy ha agravado su solicitud de pena transformando el homicidio en asesinato y pidiendo 18 años de prisión por este delito, elevando la pena total a 23 años y cinco meses.

Según el escrito fiscal, Hakim B., natural de Marruecos y en situación irregular en España, frecuentaba el Salón Mediterráneo, ubicado en el Camí Real de Catarroja, donde entabló amistad con la empleada del local, de origen lituano y que llevaba seis semanas trabajando allí.

En sus visitas a la sala de juego, el acusado urdió un plan para robar el dinero recaudado en las máquinas recreativas, que se almacenaba en dos cajas fuertes.

De este modo, sobre las tres de la tarde del 27 de mayo de 2010, entró en el salón y, bloqueando la puerta por dentro con un cable, forzó a la empleada a mostrarle donde se guardaba la recaudación.

La chica abrió la primera de las cajas de seguridad, pero no logró hacer lo mismo con la segunda porque desconocía la combinación, excusa que no aceptó su agresor, quien la golpeó brutalmente hasta matarla, según la fiscalía.

Antes de marcharse, prendió fuego a la habitación donde yacía la mujer, aunque los bomberos pudieron rescatar su cuerpo a tiempo.

Esa misma tarde, el acusado huyó en coche hacia Algeciras y embarcó hacia Tánger, por lo que la Policía perdió su pista.

No obstante, en octubre de ese mismo año, trató de regresar también en barco a España, pero fue detectado y detenido por los agentes del servicio de Aduanas.