El 15-M adopta una obra de teatro que predice la indignación

Jeroni Guiem no tenía ni idea, hace siete años, de que la obra de teatro que empezaba a escribir iba a convertirse en profética, un nuevo caso de Nostradamus, muy a su pesar y al del resto del mundo. Actor, dramaturgo, ayudante de dirección de escena y especialista en teatro-terapia, Jeroni Guiem (Mallorca, 1979) presentó La guerra de las imágenes (Jirones de Azul) en la Feria del Libro de Sevilla del pasado año, a la vez que en plazas de toda España nacía el movimiento 15-M.

 Guiem, que reside en Sevilla desde 2005, puso el texto a disposición de todos en la Red y miembros del movimiento Occupy Wall Street, de Nueva York, la han traducido al inglés y se está difundiendo internacionalmente a otros grupos que han realizado protestas en distintos países.

“Ya hay gente interesada en ponerla en escena Chile y en México y van a continuar las traducciones a otros idiomas, muy pronto al checo. Además, el grupo de teatro 15 de Mayo la representará”, comenta Guiem, quien ha sido ayudante de dramaturgia y dirección de Pepa Gamboa en La casa de Bernarda Alba, montaje del TNT con mujeres del asentamiento chabolista de El Vacie.

“Cuando hice la primera lectura de la obra con un grupo de amigos en 2008, me dijeron que era muy divertida; pero que estaba loco y ahora resulta que es una metáfora de la situación actual”, explica el actor y dramaturgo que el próximo agosto iniciará una gira por México como ayudante de dirección de Cristóbal Jodorowsky en Padres, madres, hijos e hijas.

La guerra de las imágenes es una tragicomedia protagonizada por dioses grecorromanos que se gesta bajo el conflicto de un padre y un hijo, Júpiter y Marte. “Júpiter se da cuenta de que la humanidad está indignada, convoca a los dioses y les da un día para desobsesionar a los hombres o, de lo contrario, provocará la última gran guerra”, comenta el autor.

“Su objetivo es reconectar a los creadores de imágenes, los humanos, para que vuelvan a sentir y de ésta manera ser libres y abandonar la obsesión que les ha abocado al maltrato,la enfermedad y al abuso de poder. Una falta de valores generadora de una indignación mundial que obliga a Júpiter a plantearse la última gran guerra como única solución si los demás dioses no consiguen el objetivo”, escribe Violant Clop, profesora de Periodismo de la Facultad Autónoma de Barcelona en el prólogo de la obra.