Un acusado de intentar matar a su hijo en L’Alcora dice no recordar nada
El procesado afirma en el juicio en Castellón que tomó tranquilizantes Un forense considera que el hombre quiso vengarse de su esposa
El acusado de intentar matar a su hijo menor de una cuchillada en febrero de 2011 en L'Alcora (Castellón), tras enterarse de que su mujer quería separarse, ha asegurado este jueves en el juicio que se celebra en la Audiencia de Castellón que la noche de los hechos se tomó tranquilizantes y que no recuerda nada. El fiscal pide 14 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato intentado con alevosía.
El hombre ha indicado que el 23 de febrero de 2011 tuvo una reunión familiar en el domicilio que compartía con su mujer después de que ésta le dijese el día anterior que quería separarse y, como estaba algo nervioso se tomó dos o tres tranquilizantes. Uno de sus hermanos decidió quedarse a dormir porque le vio "bastante deprimido", según el acusado.
De madrugada, el procesado se despertó "con mucha ansiedad" y se tomó 16 o 17 pastillas más y se quedó sentado en una silla. A partir de ese momento ha asegurado no recordar nada más. Asimismo, ha reconocido que fue condenado por agredir a su mujer dos días antes de estos hechos, aunque ha negado que se produjese tal agresión.
La mujer del acusado ha declarado que la reacción de su marido fue "mala" cuando antes de los hechos le comunicó que quería separarse, y ha manifestado que este le amenazó: "Si te separas mataré a lo que más quieres, que es tu hijo, y llorarás lágrimas de sangre".
La madre del menor ha afirmado que fue ella la que convocó la reunión con los hermanos del acusado, en el transcurso de la cual pidió a un cuñado que se quedase a dormir porque tenía miedo de su marido.
Según la mujer, hacia las 2.30 oyó un grito del niño --que dormía con su padre- "como si le estuvieran ahogando". Al entrar en la habitación observó al menor con la camiseta llena de sangre y una herida en el cuello, por lo que lo trasladó a un centro de salud próximo. "Con el amor que le tenía a su hijo, no creía que fuese capaz de clavarle un cuchillo", ha afirmado la mujer.
Los dos hermanos del acusado que han declarado en el juicio han destacado que el día de los hechos acudieron a su casa para prestarle su apoyo y que no se sintiese solo. Han coincidido en señalar que el procesado se encontraba "como ido" y "ajeno a la situación" y ambos han negado que su cuñada les comunicase que tenía miedo.
El hermano del acusado que se quedó a dormir la noche de los hechos ha explicado que se despertó cuando vio al acusado ir a la cocina y volver a su habitación. Posteriormente oyó un grito del menor y, al acercarse al dormitorio observó que su hermano se estaba apuñalando, por lo que le quitó el cuchillo y llamó a su cuñada para se llevara al niño.
Los médicos forenses han declarado que las heridas que presentaba el menor "podrían haber sido mortales" y que se realizaron "con intención de matar". Otro forense ha manifestado que el acusado no tiene ningún trastorno de personalidad, sino rasgos paranoides e histriónicos.
"Es una persona fría, exigente, vanidosa y poco alterable si no se le lleva la contraria", ha indicado un forense, quien ha añadido que la acción "estaba prevista, es decir, podía estar incubada y podría ser facilitada por el consumo de sedantes que disminuyan la conciencia crítica". "Es un acto de venganza contra su esposa", ha concluido.
Las partes han elevado a definitivas las conclusiones provisionales, en las que la acusación particular solicita 15 años de prisión por un asesinato en grado de tentativa y la defensa pide la libre absolución o, alternativamente, 9 meses de prisión por un delito de lesiones. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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