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El incendio de Rasquera, controlado tras quemar 3.000 hectáreas

Ocho dotaciones de Bomberos trabajan en la zona afectada Todos los vecinos desalojados ya han regresado a sus casas Puig dice que no hay ninguna pista fiable sobre el origen del siniestro

El incendio de Rasquera.
El incendio de Rasquera.JOSEP LLUÍS SELLART

Dominique García, una vecina de Rasquera, observaba ayer su masía desolada. A su alrededor, lo que antes era una frondosa vegetación ahora está devastado. El horizonte está cubierto por un oscuro manto de ceniza. La mujer es una de las afectadas por el incendio forestal que azota las sierras de Cardó y del Boix desde el martes a mediodía. Tras devorar sin control 3.081 hectáreas de pino, matojos y cultivos, el fuego quedó controlado anoche a las diez.

En Rasquera hoy el cielo está nublado y ya ha llovido tímidamente. Los Bomberos de la Generalitat han trabajado toda la madrugada de este viernes remojando la zona afectada para que no haya ningún rebrote de las llamas. Según informa el cuerpo, ante la evolución favorable de la situación, los efectivos del dispositivo de extinción se han ido retirando progresivamente. Aún así, en la noche del viernes ocho dotaciones de los Bomberos siguen desplegados en el interior de la superficie quemada. Los miembros del Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) continúan realizando trabajos de extinción manuales en las zonas más complicadas. Con el alba se han incorporado dos helicópteros de los Bomberos de la Generalitat, y a lo largo de la mañana despegará otro. También se unirá el helicóptero Kamov cedido por la Comunidad Valenciana. La Dirección General de Protección Civil (DGPC) mantiene la fase de alerta del plan especial de emergencias por incendios forestales de Cataluña (INFOCAT).

Ayer sesenta unidades terrestres de los Bomberos de la Generalitat y ocho vehículos aéreos trabajaron en la zona para frenar el avance de las llamas. El tiempo, con niebla y viento, y lo abrupto del terreno fueron los principales enemigos de las más de 300 personas que trabajaban en la extinción. Los bomberos y los GRAF tuvieron que caminar hasta dos horas o ser transportados en helicóptero para llegar a los terrenos inaccesibles. Según el consejero de Interior, Felip Puig, varias unidades seguirán allí para poder extinguir el fuego en los próximos días, especialmente en el frente localizado en Tivenys. El fuego acabó afectando también a esta población, además de a El Perelló y Benifallet. La polémica se cierne sobre los bomberos voluntarios. Están en conflicto con Interior en buena medida por los recortes llevados a cabo en el área. Por eso muchos de ellos no acudieron a apagar el fuego, a pesar de que se les estuvo activando. “Hay algunos bomberos voluntarios trabajando, pero no todos los que tendrían que estar. Es posible que exista algún problema con ellos, nos dedicaremos a él cuando terminemos de apagar este fuego”, admitió Puig.

Las carreteras ya están abiertas y los 30 vecinos que aún estaban desalojados pudieron volver a sus viviendas. Ellos han vivido las situaciones más dramáticas. Algunos se negaron a abandonar sus pertenencias, y los pastores, sus ganados. Llevan desde el inicio del incendio luchando contra las llamas, sin huir. “Ha sido dramático. Ahora hay que empezar de nuevo para que esto no vuelva a ocurrir”, sentenció el alcalde de Rasquera, Bernat Pellisa. Está buscando pastos para que las cabras blancas, tan típicas de la población, puedan subsistir. Ninguna casa se ha quemado por completo, pero algunas masías recónditas, como la de García, han sufrido a pocos metros los estragos de las llamas.

La incertidumbre acechó a muchos vecinos. “Llamaron los Mossos y nos ordenaron dejar la casa inmediatamente, nos hemos quedado sin ropa, en pisos de conocidos”, explicó Katy Roberts, de 14 años, acompañada de sus padres. Puig afirma desconocer las causas del incendio, aunque los rumores y alguna acusación cruzada recorren el municipio. “No hay ninguna línea de investigación fiable por el momento. En el lugar donde se originaron las llamas no hay ninguna línea eléctrica, ni tampoco había tormenta”, dijo. El alcalde le agradeció la ayuda. “Después de estos meses, me hace mucha ilusión poder dar las gracias a Puig y decir que ha estado al pie del cañón”, afirmó Pellisa. Una declaración significativa, ya que él y Puig estaban enfrentados por la iniciativa municipal de plantar marihuana a gran escala en Rasquera para sanear la deuda del Consistorio.

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