La joven muerta en l’Alfàs del Pi sufrió dos balazos en distintas trayectorias
Los forenses que practicaron la autopsia sostienen que los disparos no fueron simultáneos Un experto cazador sugiere que los dos cañones del arma pueden provocar confusiones
Los forenses que practicaron la autopsia a la joven de 17 años supuestamente asesinada por su hermano con una escopeta de caza hace tres años en Alfaz del Pi (Alicante) sostienen que los dos disparos que alcanzaron a la menor no se habrían realizado a la vez o al mismo tiempo.
Así lo han expuesto en la tercera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Alicante contra Ramón G.M., de 25 años, cuya defensa alega que los disparos se produjeron "de forma accidental" al intentar asustar a su hermana.
El fiscal pide 21 años de cárcel para el procesado a quien acusa de haber matado de dos disparos con una escopeta de caza a su hermana en abril de 2009 cuando ésta dormía en su cama y después de que ambos mantuvieran una acalorada discusión.
En la sesión del miércoles, los forenses han considerado que los dos disparos no se hicieron a la vez, ya que si se hubieran efectuado al mismo tiempo, "tendrían la misma trayectoria", un extremo que, a su juicio, no coincide en este caso.
Técnicos del Instituto Nacional de Toxicología coinciden con los forenses
Para fundamentar su tesis han detallado que las dos heridas que presentaba el cadáver de la joven se encontraban en la cabeza, a la altura de la oreja derecha, y en el hombro.
Han expuesto que el impacto en la cabeza se llevó a cabo a un metro y medio de distancia, mientras que el que afectó al hombro se realizó a una longitud "algo superior", si bien no han podido precisar si esa diferencia se debe a movimientos del presunto agresor o de la víctima.
En esos aspectos han coincidido las peritos del Instituto Nacional de Toxicología, quienes analizaron muestras de las heridas de bala y de fragmentos de una camiseta, así como de un edredón.
Según estas profesionales, los disparos se habrían realizado en "momentos diferentes".
Los forenses han explicado que las heridas de bala se registraron es un espacio de tiempo "corto" y han reseñado que la presentada en la cabeza era "mortal instantánea" y la del hombro "grave", aunque no han descartado que ésta última le hubiera podido causar la muerte por desangramiento en caso de no haber existido la primera.
Mientras, un testigo aportado por la defensa, que es tirador profesional y ha participado en certámenes de caza a nivel europeo y mundial, ha afirmado en la vista oral que si se aprietan los dos gatillos de un arma de características similares a la empleada en los hechos salen dos balas "a la vez", pero "sólo se oye un disparo".
Dos cazadores apuntan que es fácil sufrir accidentes con el arma del supuesto crimen
La defensa ha mostrado, para justificar esa explicación, un vídeo donde este testigo disparaba dos escopetas de rasgos parecidos a la que se utilizó en el suceso.
El mismo cazador ha estimado que, en este tipo de acciones, "siempre" hay una bala que sale una milésima de segundo antes que la otra, lo que supone que éstas "tengan recorridos distintos".
Ha indicado que, a veces, al efectuar el primer tiro, el segundo sale "sin querer" y que es "muy fácil" que estas armas se disparen "solas" al caerse o darse "un pequeño golpe" en la culata.
Otro de los testigos de la defensa, también experto cazador y que ha usado la escopeta con la que supuestamente se mató a la joven, ha opinado que es "muy fácil que se produzcan accidentes" con este tipo de armas.
El resto de testigos, familiares y amigos del acusado y su familia han coincidido en asegurar que el procesado "no es conflictivo ni agresivo", además de señalar que él y su hermana "estaban muy unidos y se adoraban".
El juicio por esta causa continuará mañana en la Audiencia de Alicante.
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