‘Bully’ ya pisa Barcelona
La nueva elefanta del Zoo se instala en el parque El reto ahora es asegurar una buena convivencia con ‘Susi’ y ‘Yoyo’
Cualquiera que haya compartido piso recordará esos primeros días en que la consigna es no herir la suceptibilidad de los compis. Fregar bien los platos, evitar dejarse la ropa en la secadora o no alagar el tiempo en la ducha... Cuando la situación involucra a seres de tres toneladas y luchas matriarcales, el problema adquiere condiciones paquidérmicas. Este es el reto al que desde este miércoles se enfrentan Susi y Yoyo, las dos elefantas del zoo de Barcelona, con la llegada de Bully, su nueva compañera.
El ejemplar de Loxodonta africana viajó el martes por la noche a Barcelona, pero fue el miércoles por la mañana cuando puso pie y trompa en el que será su nuevo hogar. Llegó al zoo después de un trayecto por carretera desde el Bioparc de Valencia, donde vivía desde 2007. El viaje tal vez no le asustó mucho, teniendo en cuenta su historial de giras cuando era una de las atracciones del Circo Mundial. Por si las moscas, se la sedó, siguiendo el protocolo. Según una nota de prensa del Ayuntamiento, Bully fue entrenada para que entrara por sí misma en el contenedor en el que se la había de trasladar. Sus cuidadores la recibieron con un baño y el animal descansará hasta este jueves en su dormitorio. El viernes será su presentación en sociedad.
El proceso de adaptación de los tres animales será largo y complejo, y sus fases se abordan en función del carácter y las reacciones que tengan los paquidermos. El centro ya vivió la experiencia de acostumbrar a Susi, de 39 años, a convivir con Yoyo, de 42. La operación duró casi un año. Primero las viejas habitantes y la nueva establecerán contacto visual y olfativo, después habrá un intercambio de territorio... todo un ritual de acoplamiento y seducción supervisado siempre por los veterinarios.
De entrada, la nueva está separada físicamente para evitar posibles ataques, más propios del estrés, pero que también tienen que ver con el liderazgo. Hasta ahora Yoyo es la dominante, pero Bully tiene 27 años y es impetuosa, está acostumbrada a vivir con otros nueve elefantes en un pisazo de una hectárea, con cascada, lago y bosque de baobabs incluidos. Es una compi de esas a las que el primer día no les preocupa dejar los calcetines en el salón.
Pero las cosas ahora son diferentes. El pisito de las tres chicas tiene 2.060 metros cuadrados y está pendiente de una ampliación en dos etapas que podría llegar a un total de 5.632 metros cuadrados, espacio que los defensores de animales consideran insuficiente. Cuando los planes de mejoras culminen, también cambiará de aspecto y se verá como una idílica sabana africana.
Los planes del Ayuntamiento también incluyen, a largo plazo, tener un macho para formar un grupo reproductor, un éxito científico que podría generar estragos en la Ciutadella. La nueva es la única que tiene números para ser una afortunada madre.
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