“Es el País Vasco el que debe definir su convivencia”
Finalizada la actividad terrorista de ETA, el ambicioso Congreso sobre Memoria y Convivencia organizado por el Gobierno vasco aspira a desbrozar el camino de la futura convivencia en Euskadi. El encuentro, que se prolongará hasta el domingo con un amplio cartel que incluye a cerca de 70 ponentes, levantó su telón ayer con la presencia de la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, quien se comprometió a prestar “todo el apoyo posible” desde las instituciones comunitarias para impulsar la consolidación de la paz. Tras escuchar el testimonio personal de varias víctimas del terrorismo, atendió a las preguntas de EL PAÍS.
Perfil
Cecilia Malmström (Estocolmo, Suecia, 1968) es comisaria europea de Interior desde noviembre de 2009. Integrante del Partido Popular Liberal, que se integra a su vez en la Alianza de los demócratas y Liberales por Europa, inició su carrera política a nivel local, en el Ayuntamiento de Gotemburgo, donde ocupó varios cargos antes de convertirse en parlamentaria europea (1999-2006) y ministra de Asuntos Europeos en Suecia (2006-2010). Casada y con dos hijas gemelas, habla con fluidez cinco idiomas, entre los que se encuentran el catalán y el castellano, en el que se expresó ayer.
Pregunta. ¿Difiere el relato de las víctimas de ETA del de otros damnificados por el terrorismo en Europa?
Respuesta. Cada historia, cada experiencia, son únicas y tienen sus peculiaridades. Por eso es tan importante escucharlas todas y que en este congreso tengan cabida puntos de vista tan diversos.
P. ¿Cómo se percibe desde fuera de España la situación actual de Euskadi?
R. La debilidad de ETA es evidente. Desde la Comisión Europea no podemos sino apoyar el camino iniciado. El principio del fin del terrorismo...
Todo el continente ha conocido el sufrimiento de España con ETA”
P. ¿Cree posible una marcha atrás o no tiene ya sentido?
R. Creo en un proceso largo. Hace 50 años que ETA tiene bajo la amenaza del terror a todo el País Vasco y al resto de España. Va a hacer falta tiempo para modelar una sociedad donde la recuperación de la convivencia sea plena. Lo importante es que este es el buen camino y lo apoyamos totalmente.
P. ¿Cree que, acabada la violencia, las opciones políticas que en su momento la respaldaron deben ser ahora legales?
R. No me corresponde tener ninguna opinión al respecto. Es un tema sujeto a la política interna y la Comisión Europea no interviene en ella.
P. ¿Cuáles cree que pueden ser las claves para alcanzar la convivencia en Euskadi?
R. Es el País Vasco el que debe definir su convivencia. No hay un método europeo, ni un método que la Comisión Europea pueda exportar. Cada sociedad tiene que encontrar su propio camino y debe buscarlo de una forma muy inclusiva, con los pasos exactos. La Comisión Europea está aquí para prestar su apoyo, para dar el respaldo necesario, pero deben ser los actores vascos los encargados de marcar el camino.
P. ¿Deben pedir perdón los presos etarras como requisito previo para su reinserción?
R. No voy a pronunciarme al respecto, porque tampoco me compete. Sé que es una cuestión muy sensible aquí y la Comisión Europea no quiere interferir en ella.
P. ¿Y en un contexto general? ¿Cree necesario ese requisito del perdón por parte de los presos por terrorismo?
R. En lo que a la reinserción de presos se refiere no hay contextos generales. Insisto en que la Comisión Europea no está para intervenir en las políticas domésticas.
P. ¿Cuál es entonces el papel de la Comisión?
R. Estamos apoyando desde hace bastante tiempo a las asociaciones de damnificados, incluso con la celebración del Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo el 11 de marzo. Es la fecha en la que se produjeron los atentados de Madrid, aunque nuestro recuerdo va enfocado a los afectados de toda Europa. En el caso de Euskadi, estamos trabajando con las autoridades vascas para ver cómo impulsamos el Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo.
La violencia separatista es aún la más importante en Europa”
P. ¿Cómo es la relación con el Gobierno vasco?
R. Los contactos son buenos. Esta vez he venido sin demasiado tiempo, pero he podido hablar con el consejero de Interior sobre la situación en Euskadi. Del proceso iniciado, de cómo están las cosas... También habíamos estado reunidos previamente en Bruselas y hemos quedado para volver a vernos más adelante. Sin una periodicidad concreta, pero de forma continuada.
P. ¿Cuál es el papel de las policías europeas en la lucha contra el terrorismo?
R. No hay una actuación coordinada en esta materia, pero en conjunto se está trabajando mucho sobre la prevención. En concreto, queremos aprender de la experiencia de las víctimas, también las vascas, para ver cómo podemos construir un relato con el que demostrar que el terrorismo no tiene nada de glamuroso ni de místico, sino que solo es terror, sangre, violencia y sufrimiento. La lucha contra la violencia debe ser preventiva, más que reactiva.
Tenemos que demostrar que el terrorismo nada tiene de místico”
P. ¿Cómo?
R. Debemos trabajar juntos para identificar a la gente que está en riesgo de entrar a ambientes radicales y violentos para evitar que accedan a ellos. Tanto los análisis europeos como los americanos revelan que los grupos terroristas son una amenaza real, pero que también lo son aquellos individuos aislados que cometen actos violentos, como se pudo comprobar el pasado verano en Noruega. Tenemos que compartir experiencias para ser capaces de identificarlos antes de que cometan esas acciones.
P. ¿Está lastrada la imagen del País Vasco en Europa debido a la lacra del terrorismo?
R. Resulta difícil concretar hasta qué nivel llega el conocimiento de Europa respecto al terrorismo de ETA, pero es evidente que la población no ha sido ajena al sufrimiento de España y el País Vasco. En épocas pasadas, quizá ha habido gente que no ha querido venir al entender que existía un riesgo, aunque tengo la sensación de que esa opinión está cambiando. Mucha gente sabe que se ha abierto un nuevo tiempo, que el terrorismo está muy debilitado. Se nota en la calle. Hay muchos turistas en el País Vasco, pese a la situación económica.
La lucha contra la violencia debe ser preventiva, más que reactiva”
P. ¿Preocupa que la recesión pueda derivar en nuevas manifestaciones violentas?
R. Es una amenaza importante y que preocupa, aunque tampoco hay que ser alarmistas.
P. ¿Se ha detectado un repunte de la violencia en el conjunto de Europa como consecuencia de la crisis?
R. En algunos países han aumentado los ataques, aunque aún es demasiado pronto como para hacer un balance.
P. ¿Se está detectando también un incremento del terrorismo asociado a principios religiosos en detrimento de que tiene una raíz política?
R. Hay de todo. Terrorismo de base religiosa, de extrema derecha, de extrema izquierda e incluso otros tipos de terrorismo que quizá no existen aquí, en España, como los relacionados con el movimiento de protección de los animales.
P. En los últimos años se está prestando una especial atención al fundamentalismo islámico...
R. La amenaza del terrorismo islamista está ahí, pero las investigaciones de Europol dicen que el terrorismo separatista es todavía el más importante en Europa. No hay un único tipo de violencia. Lo que sucedió en Noruega es un ejemplo de ideología de extrema derecha y, quizá, con la crisis económica podremos ver el surgimiento de otros tipos de extremismos, de derechas o izquierdas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.