Trabas al alma asamblearia del 15-M
Decenas de indignados asisten a los actos previstos en el centro de Madrid esta mañana Los agentes apelan en algunos casos a la restricción del derecho de reunión a 20 personas
Varios furgones de la Policía Local y Nacional permanecían esta mañana apostados en la Plaza del Callao, donde el 15-M tenía previsto celebrar su asamblea de desempleados. Al reunirse una decena de personas, un agente les ha informado de que no podían ser más de 20, ni utilizar un megáfono. Son parte de las trabas registradas en algunos de los actos que los indignados celebran estos días en las cercanías de la Puerta del Sol, con escasa afluencia hoy, aunque aumentó por la tarde al bajar el calor (30 grados al mediodía). Los participantes en los encuentros impedidos por la Policía, a diferencia del consentimiento del año pasado, se han refugiado en el kilómetro 0, donde sí había autorizada una concentración —solicitada por un particular vinculado al movimiento— y donde cientos de personas han acudido a partir de las cinco de la tarde, cuando se celebró una protesta por el desalojo de la madrugada de ayer.
Los participantes en las asambleas impedidas por la Policía se han refugiado en Sol
Desde la comisión de legal de Sol, insisten en que el de reunión es un derecho fundamental recogido en el artículo 21 de la Constitución. Añaden que la ley reguladora del mismo, a la que apela la Policía para impedir las asambleas, solo prevé que se disuelvan en caso de que se consideren ilícitas según las leyes penales, se produzcan alteraciones del orden público o se usen uniformes paramilitares. “Obviamente, no es el caso de las asambleas del 15-M”, destacan.
Una portavoz de la Delegación del Gobierno en Madrid indica que esa misma norma fija que las reuniones con más de 20 asistentes en “lugares de tránsito público” tienen que ser notificadas. Según añade, esta normativa se aplica para identificar a los participantes, aunque no aclara por qué no se había hecho anteriormente, como señalan los indignados. “Las peticiones de identificación en las asambleas no comunicadas han comenzado desde la toma de posesión de la actual delegada del Gobierno [Cristina Cifuentes]”, especifican desde la comisión de Legal. En el Ayuntamiento, una portavoz se limita a aclarar que la intervención de los agentes locales en este campo está sujeta al dispositivo fijado por el Ministerio de Interior.
Los indignados también se quejan de que la actuación de los policías no es homogénea. No solo el año pasado las asambleas se celebraban sin problemas, sino que hoy mismo la actitud de los policías ha variado de unas plazas a otras. Mientras en Callao no han dejado iniciar la asamblea, en la plaza de Santa Ana —donde se ha hablado de sanidad, uno de los temas que más preocupa en el movimiento, informa Elena Sevillano— solo han reclamado que no se colocaran pancartas en el mobiliario urbano. En la Plaza Mayor, que los colectivos de educación han teñido de verde en línea con su marea, y en Sol, en cambio, sí había carteles colgados en las vallas de sus respectivas estatuas ecuestres, pero a la vez no se ha permitido instalar un toldo en la emblemática plaza.
Nos han dicho que no van a permitirnos nada, pero nada de nada
“Nos han dicho que no van a permitirnos nada, pero nada de nada”, ha asegurado un portavoz del 15-M al informar de que en torno a las dos de la tarde les habían prohibido colgar una lona en la zona de la estatua de Carlos III para protegerse del calor, unos 30 grados al mediodía. Las asambleas han comenzado por la mañana a medio gas y las más multitudinarias apenas han concentrado un centenar de personas, de modo que los policías tuvieron escasas dificultades para ahuyentar algunas de ellas, como la de Callao, que se trasladó a una calle cercana a Sol. Por la tarde, han congregado a más gente y los agentes han sido más permisivos.
Tensión en Pontejos
Uno de los momentos más tensos se ha registrado por la tarde en la plaza de Pontejos, donde unas 200 personas estaban participando en una asamblea en la que unos policías intentaron prohibir el uso de megafonía, a lo que los asistentes se negaron. Cuando les han pedido que se identificaran por este motivo, explica un portavoz del 15-M, los requeridos no han querido proporcionar sus datos, con el apoyo de los presentes y de más gente que acudió a la zona para apoyarlos. Los agentes, finalmente, se han retirado y la asamblea continuó.
La afluencia se ha incrementado especialmente en la plaza del kilómetro 0, donde en ningún momento ha habido problemas para reunirse y donde a partir de las 17.00 han llegado decenas de personas. Respondían a la convocatoria que poco después de las 6 de la mañana, tras el desalojo de la plaza que acabó con 18 detenidos, se lanzó desde la cuenta en Twitter de @acampadasol, la rápida forma de comunicación de los indignados, que ha recuperado la hiperactividad de hace un año.
Unas 2.300 personas se han concentrado por la tarde en la plaza. Menos, desde luego, que tras el desalojo que en 2011 popularizó el movimiento. Tras leer el comunicado de denuncia de la comisión de legal y tras corear una larga retahíla de cánticos sentados en el suelo (“Mariano, Mariano, no llegas al verano”. “Todos somos antisistema”. “Libertad para los detenidos”) los congregados han mantenido un minuto de silencio con los brazos en alto. Tras una hora, han vuelto a sus asambleas temáticas, pues su intención es que sean las protagonistas de estos días. Tienen preparado un amplio programa de actividades desde el sábado hasta mañana, en el que han repartido las plazas del centro de Madrid por áreas para tratar diferentes temas.
Muchos interesados han seguido la multitudinaria asamblea de la comisión de economía, donde bajo el epígrafe Desmontando mentiras, se habló de decrecimiento económico o del proyecto Eurovegas. También ha habido reuniones de vivienda, donde afectados y activistas de las distintas asambleas de barrio, expusieron sus preocupaciones. En Sol también hubo sitio para el humor y el verso, y se leyeron poemas cargados de ironía contra los privilegios de los políticos y las élites económicas.
El lunes entregan en el Congreso solicitudes por una democracia más participativa
Los indignados destacan que sus actos se están celebrando pacíficamente y se quejan de que se les aplique una ley de reunión de 1983, pensada para la Transición y fuera de lugar, a su juicio, en la actualidad. Su programa continúa mañana en la capital con diferentes actividades como el “señalamiento de Bankia”, en el que se presentarán peticiones de dación en pago y quejas de clientes por la política de desahucios de esta entidad, o la entrega de solicitudes en el Congreso para pedir una democracia más participativa.
El toque festivo se agudiza el martes, fiesta local en la capital, en el que los indignados pretenden trasladar su protesta a la pradera de San Isidro con Toma el Río. La jornada de protestas #12M15M se amplía el miércoles con una jornada de la Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II y el próximo fin de semana con el Foro de Madrid en el Mayo Global.
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