El Zoo buscará un elefante macho para crear un grupo reproductor
La nueva paquiderma 'Bully’ deja un palmeral y un lago para vivir en Barcelona
El anuncio de la llegada de una nueva elefanta al zoo de Barcelona es un pequeño gran paso dentro de un plan mucho más ambicioso: formar un grupo reproductor en un futuro próximo y, si las cosas funcionan tan bien como con especies como los dragones de Komodo, lograr crías de paquidermo.
Bully, el nuevo ejemplar de 27 años, llegará en “las próximas semanas” desde el Bioparc de Valencia, según confirmó ayer el Ayuntamiento de Barcelona. “El nuevo ejemplar permitirá iniciar la formación de un grupo que pueda culminar en el mantenimiento futuro de un grupo preductor, tal como recomienda el Programa de Cría Europeo (EEP)”, explicó ayer la presidenta del zoo y segunda teniente de alcalde, Sònia Recasens (CiU). Bully, que antes de estar en el parque valenciano estuvo en el Circo Mundial, compartirá espacio con Yoyo y Susi.
Varias entidades defensoras de los animales cuestionaron el lunes que tres animales puedan vivir cómodamente en el espacio en el que actualmente viven dos. Desde el Ayuntamiento, consideran que las obras de ampliación del espacio son suficientes y se ha mejorado la decoración, aunque se seguirá trabajando en el patio exterior.
Bully convive actualmente con otros nueve elefantes en el parque valenciano. Se trata, según el centro, del mayor grupo de paquidermos en un zoo en España. El origen de los animales es diverso: Bully estuvo en un circo; otras seis hembras fueron traídas de un rancho de Namibia y Greta y Betty proceden del zoo de Moscú. También hay un joven macho reproductor. Una portavoz del Bioparc no quiso dar más detalles de la vida de Bully se limitó a destacar su buen estado de salud.
El espacio total para estos animales es de una hectárea y el área abierta al público está decorada como un paraje natural de la sabana. Entre los elementos paisajísticos hay una palmeral, una cascada y un lago, en el que los paquidermos pueden bañarse. También hay un kopje —como se llama a los típicos montículos graníticos propios del paisaje subsahariano— y un bosque de baobabs. Aunque no están en contacto directo, también hay otras especies que comparten el espacio.
Los elefantes también cuentan con un tercer recinto, lejos de los ojos del público, y unos dormitorios que permiten mantener la independencia del macho reproductor y la cohesión de las líneas matriarcales, según explica la página web del Bioparc.
Cuando Bully llegue a Barcelona, se encontrará con unas condiciones bastante diferentes. Además de la reducción del número de compañeros —los elefantes son gregarios—, su espacio vital será mucho más reducido. Susi y Yoyo comparten ahora unos 1.600 metros cuadrados. Esto implicará un complejo proceso de adaptación del animal y de sus compañeras. El Ayuntamiento asegura que está tomando todas las medidas para minimizar el estrés que genere el traslado.
En junio de 2010, la doctora Joyce Pool, de Elephant Voices, se reunió con la dirección del centro, en un intento de mejorar la situación de la elefanta Susi, que se había sumido en una gran depresión tras la muerte de su compañera Alicia. Pool entonces valoró los planes de expansión del zoo. “Si bien esta será una gran mejora, queremos hacer constar que, en nuestra opinión, esta expansión no es suficiente y no cambiará de forma significativa la vida de los elefantes. En un espacio como el que proponen es imposible introducir el tipo de ocupaciones mentales, las interacciones sociales y la búsqueda natural de alimentación que debería constituir la esencia de la vida de un elefante”, explicó la experta en una misiva.
La ONG Libera! critica que la dirección del Zoo de Barcelona insista en su deseo de formar un grupo reproductor de elefantes sin tener el espacio adecuado para ello. Esta idea surgió en los tiempos del proyecto de construcción del zoo marino, en la explanada del Fórum, que había de permitir la liberación de espacio en el recinto, de por sí ya bastante denso. “Tanto el Bioparc como el Programa Europeo de Cría de Especies y las autoridades responsables del intercambio de animales han dado su apoyo al traslado de la elefanta, lo que significa que todos consideran que en Barcelona el animal será acogido en las condiciones totalmente adecuadas para su bienestar”, explicó el Consistorio.
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