Clamor en Barcelona por los tres jóvenes encarcelados desde el 29-M
Dos de los jóvenes en prisión no tenían antecedentes penales ni policiales 6.000 personas protestan por la tarde en una marcha alternativa antirecortes y la reforma laboral
El Primero de Mayo en Barcelona recogió el clamor contra los recortes, pero en la capital catalana se dejaron oír también las quejas por el encarcelamiento de cuatro personas a raíz de los graves incidentes de la huelga general del 29-M. Tres de esos detenidos, de 19, 20 y 30 años, llevan un mes en prisión preventiva para evitar que reincidan. Los dos más jóvenes no tienen antecedentes de ningún tipo. La cuarta arrestada, una sindicalista de 46 años, está encarcelada desde el pasado 25 de abril. Un millar de personas, según cálculos de este diario, convocadas por la Confederación General del Trabajo (CGT), se congregaron ayer en una marcha matutina desde la Vía Laietana con gritos a favor de la libertad de los presos.
El auto de prisión
La juez Carmen García Martínez encarceló a los tres detenidos al imputarles “actuaciones criminales” durante la huelga general.
El auto considera que los detenidos pretendían “alterar la convivencia en la ciudad y producir el máximo deterioro de la convivencia democrática”.
Los tres arrestados están acusados del delito de desórdenes, penados con entre seis meses y tres años de cárcel.
La magistrada justificó la medida ante la proximidad de eventos en Barcelona como la cumbre del Banco Central Europeo y el partido del Barcelona contra el Espanyol.
Ismael B., Daniel A., y Javier T. fueron detenidos el 29 de marzo e ingresaron en prisión dos días después, el 31. La titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona, Carmen García, ordenó prisión preventiva por considerar que había peligro de que reincidieran en las siguientes citas de riesgo en la ciudad, entre ellas el Primero de Mayo, la cumbre del Banco Central Europeo —que empieza hoy— o el derbi entre el Barcelona y el Espanyol, previsto para el 6 de mayo.
Ismael, de 20 años, y Daniel, de 19, son estudiantes de la Universidad de Barcelona. El primero está becado en la carrera de Físicas. Javier estudia a la vez Físicas y Matemáticas. La policía les acusa de quemar contenedores, cruzarlos en la calle, cortar el tráfico y atentar contra la autoridad. A ambos se les encontró una mochila con petardos y líquido para encender barbacoas, que negaron que fuese suya. Los dos siguen sus estudios en la cárcel de Quatre Camins y reciben apoyo y visitas de sus familiares. El domingo, una manifestación caminó hasta la prisión para clamar por su libertad. “Estamos destrozados”, se quejó el abuelo de Ismael, Nicasio Altamira, que participó el jueves pasado en la ocupación de la sede del Departamento de Interior.
También sigue en prisión desde el 31 de marzo Javier, que ya había sido detenido por el asedio al Parlamento catalán del pasado 15 de junio —que obligó al presidente de la Generalitat a acceder a él en helicóptero—, aunque no ha sido condenado. Javier está acusado de cruzar contenedores en la calle y cortar el tráfico.
La manifestación de ayer pidió la excarcelación de los tres jóvenes y también la de Laura G. R., secretaria de organización de CGT en Barcelona, en prisión provisional desde el 25 de abril. La policía la acusó de encender una hoguera delante de la Bolsa de Barcelona el 29-M. Había sido denunciada con anterioridad por la policía por faltas contra las personas, coacciones, daños contra el patrimonio y ocupación de inmuebles, aunque la CGT atribuye esos hechos a un enfrentamiento con Comisiones Obreras por un edificio emblemático en la ciudad.
“Mi hija no es una terrorista, es una madre con ideales”, defendió María del Carmen Rodríguez, de 70 años, madre de la detenida. La hija de Laura, de 19 años, reivindicó la libertad de su progenitora y agradeció al sindicato su apoyo.
Otra manifestación alternativa, en la que participaron diversos colectivos de izquierdas, criticó duramente ayer los recortes y recordó a los detenidos. La marcha transcurrió sin altercados, a pesar de los temores que había por los antecedentes en la ciudad, que suele vivir episodios de violencia callejera cuando hay grandes concentraciones. Los Mossos detuvieron a cuatro personas, tres por desórdenes públicos y uno por un delito contra la salud pública. El baile de cifras fue de los 40.000 participantes que dieron los organizadores a los 7.000 que manejó la policía catalana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.