La SGR reduce su consejo y amplía 60 millones su capital
La Generalitat aporta los fondos, conseguidos mediante créditos bancarios El número de consejeros desciende de 37 a 18, de los que una decena son nuevos
La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) valenciana ha materializado en su junta de socios los cambios anunciados el viernes pasado para garantizar su continuidad: una inyección de 60 millones de euros por parte de la Generalitat, la salida de sus máximos responsables y una importante reducción de su número de consejeros, de 37 a 18. El descenso no es, sin embargo, tan amplio como se esperaba, ya que sus dirigentes habían barajado que el consejo se quedase con 15 o 16 miembros.
De los 18 consejeros, 13 son empresarios y 10 no estaban hasta ahora en la sociedad. La Generalitat, que tras su aportación pasa a controlar un 40% del capital, tendrá menos de un tercio de consejeros. Se trata de Santiago Santos, Adolfo Porcar y Joaquín Maldonado, que cuentan con experiencia bancaria, y de los altos cargos del Cosell Jorge Vela, Enrique Montes y Fernando Díaz.
El resto del consejo lo componen Salvador Lluch, Joaquín Farnós, Carlos Cabrera y Rafael Montero -por Castellón-; Salvador Navarro, Juan Eloy Durá, Isabel Cosme y Manuel García Portillo -por Valencia-, Antonio Medina, Antonio Alonso y Cristóbal Navarro -por Alicante-.
La inyección de la Generalitat se ha realizado por dos vías: 14 millones al Fondo de Provisiones Técnicas, y 46 mediante mediante una ampliación de capital. El Consell los ha conseguido "de entidades financieras básicamente", esto es, solicitando créditos.
Tal y como estaba previsto, el presidente de la SGR durante 31 años, José Roca, abandona la sociedad, y el mismo camino sigue quien ha sido su director general, Juan Manuel García Puchol. El nuevo presidente será elegido en los próximos 15 días entre los miembros del consejo.
"Hoy se ha iniciado una nueva etapa donde la SGR va a seguir en su trayectoria de apoyo a los empresarios valencianos, especialmente a la pyme", para facilitar su acceso al crédito, ha señalado el consejero de Economía, Máximo Buch, que ha presidido la junta de socios.
La sociedad, creada en los años ochenta para avalar a las empresas ante sus necesidades de financiación, cerró el año 2011 con pérdidas de 55 millones de euros tras destinar 67 a dotaciones. De ahí que haya necesitado la ayuda en última instancia por parte de la Generalitat.
