“La presión para reducir costes en gas no convencional eleva los accidentes”
“La factura no se reducirá porque la extracción del gas no convencional es muy costosa”
Matthias Altmann es uno de los autores del informe que solicitó el Parlamento europeo en torno a la extracción del gas no convencional. Vinculado personal y profesionalmente a esta cuestión, Altmann ha sido una de las voces expertas que la pasada semana han tratado de esclarecer los entresijos de la fractura hidráulica para extraer gas no convencional en Álava durante las jornadas técnicas que se han celebrado en Vitoria, con defensores y detractores de esta técnica. Altmann subrayó, a través de una videoconferencia, que tras analizar el 25% de los pozos de Estados Unidos se encontraron nada menos que un millar de casos de contaminación.
Pregunta. Ante las visiones tan dispares que hemos escuchado estos días, la ciudadanía alavesa parece desconcertada. ¿Un experto como usted viviría en una región en la que se practica la fractura hidráulica?
R. Personalmente, sería crítico. Desconozco la situación legal de España para salvaguardar la salud de las personas y el medio ambiente, pero en Alemania en este momento hay una moratoria en el lugar en el que se ha aplicado el fracking. Es el área de donde provengo, donde viven mis padres, y por tanto esta es también una cuestión personal. Sé que en Alemania no se requiere de un estudio de impacto medioambiental para el fracking y eso es preocupante. Allí, en el norte de Westfalia, la gente también está preocupada, sobre todo por la contaminación del agua y del suelo.
P. ¿Es viable económicamente la extracción y la venta de gas no convencional?
En Alemania las autoridades tardaron en detectar la contaminación”
R. Hay un estudio de la Comisión Europea al respecto. Aquí hay intereses comerciales, pero eso no quiere decir que sea correcto en términos de beneficios. La propia Agencia Internacional de Energía [la IEA, por sus siglas en inglés] no fue clara en octubre en el Parlamento europeo sobre esta cuestión. La razón estriba en que en Estados Unidos, pese a que los precios del gas son más bajos que en Europa, los costes de producción siguen estando por encima de los precios del mercado abierto. Estás creando una pérdida por cada metro cúbico de gas. Desde la agencia dijeron: “no entendemos cómo funciona" en términos económicos.
P. ¿Y qué ocurre con Europa?
R. En Europa tenemos una situación diferente, el gas es más caro en el mercado que en Estados Unidos, lo que permitiría más margen de beneficios pese a los costes de producción. Pero, al mismo tiempo, tenemos una geología diferente, nos cuesta más extraerlo y hay más requerimientos legales, lo que eleva los costes.
P. En esta situación, ¿se reducirá la factura de gas de los ciudadanos?
Perfil
Matthias Altmann (Unna, Alemania, 1965) es licenciado en Física y Ciencias Medioambientales. Consultor senior en Ludwig Bölkow Systemtechnik GmbH (LBST) una consultora alemana de energía, ha realizado una larga labor de asesoramiento a instituciones y fue uno de los autores del estudio sobre el impacto de la extracción de gas no convencional en el medio ambiente y la salud para el Parlamento europeo. El informe advierte de lagunas en las directivas europeas y apunta a que los riesgos se pueden reducir con el uso de una tecnología que eleva los costes.
R. No, no lo creo. Precisamente por los motivos que acabo de mencionar: el desarrollo del gas no convencional es más costoso que el del convencional. No veo a medio plazo que la extracción de gas no convencional suponga una reducción de la factura.
P. ¿Qué peso puede llegar a tener el gas no convencional?
R. Tenemos indicaciones de la IEA y de empresas del sector energético que no esperan en Europa que el gas no convencional tenga un rol importante en la industria del gas. Es lo contrario a Estados Unidos; allí sí hay una importante contribución. En Europa las proyecciones más optimistas apuntan a que el gas no convencional no juega un papel principal.
P. ¿Y cuál es su coste medioambiental?
R. En Estados Unidos, que consideramos un país de referencia en esta materia por ser la que más ha empleado la fractura hidráulica y la extracción de gas no convencional, deberían tener mucho más cuidado con cómo controlan el medio ambiente y la salud pública. Hay una presión económica extrema en el proceso de extracción de gas para reducir los costes, y eso generamayores accidentes medioambientales.
P. ¿Qué tipo de accidentes?
R. Hay muchos tipos de accidentes, los más severos serían las explosiones. El número es pequeño, pero hay otros muchos, como los vertidos químicos.
P. En su informe hablan de entre un 1% y un 2% de accidentes sobre el total de pozos. ¿Es un porcentaje asumible de riesgo? ¿O es suficiente para decir no al fracking ?
R. No son porcentajes aceptables, ni para Estados Unidos ni para Europa. En el país norteamericano estamos viendo cambios en los últimos doce meses, porque están viendo los problemas que están surgiendo. No son problemas menores, hablamos de la contaminación del agua y eso tiene la capacidad de afectar a un gran número de población. En Alemania, en 2007, hubo filtraciones porque el material empleado para revestir el pozo no era adecuado y los productos químicos que se mezclan en el agua para la fractura hidráulica lo perforaron. Las autoridades no detectaron el problema inmediatamente, tardaron mucho tiempo. El resultado es que todo el suelo para agricultura fue contaminado, suelo tuvo que ser retirado y descontaminado.
P. Dejando de lado los accidentes, es más beneficiosa para el efecto invernadero la extracción de gas no convencional?
R. De un pozo de gas no convencional se saca menos que de otro de gas convencional, por lo que comparativamente las emisiones de CO2 son mucho mayores en el primer tipo, eso es un punto importante a tener en cuenta. A eso habría que añadir el consumo de CO2 en el transporte. Además, a la hora de extraer el gas no es puro, hay distintos, y el 30% del total es CO2 que se vierte directamente en la atmósfera.
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