Arte desde ‘el otro lado’
Los psiquiatras Jean Luc Roedlant y José Guimón abordan la lucha contra el estigma del trastorno mental desde la igualdad creativa
Los visitantes que entraron al Centro Municipal de Abando-Barrainkua durante la segunda quincena de abril se encontraron con una exposición colorida e inquietante formada por 70 obras entre pinturas, collages y esculturas. De ellas, dos terceras partes estaban hechas por enfermos mentales de la Comunidad Terapéutica AMSA y el resto, por psiquiatras y artistas profesionales que colaboran con la institución vizcaína. Todas anónimas y mezcladas, para “no aumentar el estigma”, según el experto mundial en Psiquiatría y colaborador de la OMS, Jean Luc Roelandt, que ha participado, en Bilbao, en el simposio Arte y Salud Mental. ¿Del otro lado?
Para Roelandt es más interesante la contribución del arte en la lucha contra el estigma de la enfermedad mental que el arte como terapia en sí misma: “Las personas con problemas mentales deben estar en igualdad, sin etiquetas. Hay muchas cosas cotidianas que no pueden hacer, pero en el plano de la creatividad se equiparan a cualquiera”, explica.
Mezclar obras de enfermos mentales y artistas ayuda a equipararles”
El psiquiatra francés lleva 15 años al frente del Centro de Salud Mental de Lille, referente en su país por sus tratamientos pioneros. A menudo, ha utilizado la misma dinámica de AMSA en el centro de Abando: hacer que los enfermos mentales se relacionen con artistas, trabajen juntos y expongan conjuntamente. “Al margen de las cuestiones fisiológicas”, asegura Roelandt, “entre los enfermos mentales y los artistas existe una vinculación especial, una empatía derivada de que ambos son propensos a los desequilibrios”.
José Guimón, presidente de AMSA, también participó en el simposio. Conocido catedrático de Psiquiatría en la UPV, cree que el arte tiene un gran valor homeostático porque contribuye al equilibrio: “Hay ciertas zonas cerebrales que se estabilizan si les das un cauce para expresarse”. La exposición del Centro de Abando es la primera de este tipo en Euskadi, y Guimón asegura que relacionarse con artistas y crear favorece la interacción entre los pacientes y su evolución.
La empatía deriva de que ambos son propensos a los desequilibrios”
En la lucha contra el estigma, Roelandt afirma que la acción de los artistas ha contribuido a avanzar “un 30% del camino”, pero “la sociedad sigue teniendo miedo a ese otro lado”. Pero el arte, asegura, “es una buena vía” que además, surge de forma espontánea: “Me apasiona cómo se descubrió que las personas con trastornos mentales, pese a estar encerradas durante años, utilizaban el arte para ordenar su realidad sin que nadie se lo enseñase”. El francés cree firmemente que tanto las obras de arte como los enfermos mentales deberían estar en la calle, “y no en museos o manicomios”. En esa línea, el centro que dirige en Lille apuesta en lo posible por las actividades externas, sin unidades de día. “El arte para todos coincidió con el surrealismo de los años 20, en que todos los enfermos mentales estaban en la calle”, concluye.
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