“¿Adónde vamos a poder ir ahora si nos cierran el quiosco?”
La Justicia avala el 'desahucio' de uno de los quiosqueros del Retiro tras perder la concesión
En una foto del siglo XIX de la Fuente Egipcia del parque del Retiro una familia mira hacia a la cámara. “La señora de negro, junto al quiosco pequeñito, es mi bisabuela”, cuenta Pablo Jimeno. El quiosco es el hoy denominado Quiosco Número Tres, y esta mañana ha sido desalojado, precintado y se le ha cambiado la llave después de que la familia Jimeno haya perdido la concesión de su explotación.
La concesión, por un plazo de 10 años, caducó en diciembre de 2010 junto a la de cuatro quioscos más. El pasado noviembre el Consistorio convocó un nuevo concurso de adjudicación en el que se incluía una notable revalorización del suelo justificada porque los valores catastrales que se habían aplicado hasta entonces correspondían a 1988, informa Bruno G. Gallo. La actualización ha supuesto subidas de hasta el 600% en el precio de la concesión, calculan los quiosqueros. En el nuevo pliego de condiciones, el canon mínimo pasa de los 10.000 y 19.000 euros (según la zona) hasta los 45.000 anuales. Algunos quiosqueros pleitearon, pero la Justicia ha determinado que no ve razón para mantener la suspensión de la entrega de llaves. Así lo ha dictaminado el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 32 de la capital, que ha respaldado al Consistorio y fijó para hoy la entrega del Quiosco Tres solo con 24 horas de antelación.
Casi a la una de la tarde, tras todo tipo de problemas técnicos, el cerrajero ha terminado de perforar la puerta del establecimiento ante los funcionarios de la Junta del distrito. El dueño, de 72 años, no ha aparecido. “Está muy afectado por la situación”, ha explicado la portavoz de la Asociación de Concesionarios de Bares, Miradores y Quioscos de Bebidas (Acoban), Ana Corchero. El desahucio estaba fijado a las 11 de la mañana y desde esa hora los quiosqueros se preparaban para la llegada de la policía. Cuando ha aparecido el funcionario de la Junta de distrito, la portavoz de los quioscos se ha encarado con él, agitando un recurso presentado en los juzgados con el que aspiraba a detener el proceso. Sin embargo el funcionario se ha limitado a darle 10 minutos para que apareciera el dueño antes de desalojar. Inmediatamente después, ha procedido.
Los quiosqueros recordaban que toda su vida ha estado vinculada a los pequeños negocios, muchos de ellos familiares. Los quioscos se levantaron a finales del siglo XIX y su gestión fue concedida a familiares de trabajadores de la Casa Real que vendían aguardiente con agua y azucarillos.
Fin de las pequeñas concesiones
Almudena Peña, propietaria de uno de los negocios, explicaba que ha crecido en el parque: "Mi cuna fue una espuerta de hielo. Mi bisabuelo llegó aquí en 1800". Dionisio Ruiz, trabajador de uno de los quioscos amenazados de desahucio, también se concentraba en la puerta del quiosco precintado. "Llevo aquí 34 años. ¿Adónde vamos si cierran?", se preguntaba. Uno de los últimos quiosqueros en retirarse ha sido Manuel Páez. Extremeño, llegó a Madrid con 17 años, hace 40, para trabajar de camarero en uno de los locales pendientes de desalojo. Ahora era el propietario de la concesión. "Hace 12 años gastamos 32 millones de pesetas en reformarlo según los criterios del Ayuntamiento", cuenta, "y hemos recuperado el dinero poco a poco, vendiendo limonadas y almendras".
Los quiosqueros argumentan que el nuevo canon es inasumible para ellos. "¿Cómo pagamos eso, si solo podemos servir patatas, cerveza y horchata?", insistían. El pliego de condiciones explicita que no les está permitido manipular alimentos ni tener cocina, al ocupar estructuras consideradas Bien de Interés Cultural. El hijo del desahuciado, Pablo Jimeno, coincidía en que el precio que exige el Ayuntamiento es exorbitado y que solo queda al alcance de grandes compañías que ya cuentan con otras concesiones. "Algunos han presentado ofertas con 18 camareros", explicaba. El pliego, efectivamente, computa la cantidad de empleados como uno de los elementos que más puntos otorga en el concurso, junto al dinero ofrecido y las mejoras que el concesionario esté dispuesto a introducir en el quiosco. La Junta Municipal del Distrito del Retiro asegura que no puede revelar los nombres de las empresas que se han presentado al concurso porque este no se resolverá hasta mediados de mayo.
Ana Román, concejal del distrito de Retiro, ha declarado a este periódico que los quiosqueros reclamaban ciertos privilegios, como que se tenga en cuenta que han sido negocios familiares, y ha defendido que Ayuntamiento se ha limitado a "actualizar el canon" de estos locales de acorde a los valores catastrales.
En una nota de prensa, el Ayuntamiento explicaba su posición: "De lo que se trata es de que en uno de los mejores parques del mundo, tengamos los mejores quioscos posibles. Para que a todos los que nos gusta pasear por el Retiro podamos tener la mejor oferta posible en esos quioscos, igual que ocurre con los quioscos que hay en Hyde Park en Londres, o en Central Park de Nueva York".
Más desahucios
El desahucio de hoy no será el último. De los cinco quiosqueros del parque afectados, uno entregó las llaves sin ningún problema, según fuentes municipales, y los otros cuatro decidieron abrir un proceso judicial porque consideran que el concurso de adjudicación estaba repleto de "irregularidades”. El Juzgado de lo Contencioso administrativo número 21 también ha aprobado la entrega de llaves de otro de los quioscos. Los otros dos quiosqueros están aún a la espera de la resolución judicial. Román ha informado que hoy mismo ha llegado el tercer auto judicial que aprueba el desalojo del bar número cuatro.
La concejal se ha defendido de las acusaciones: "Hay quioscos de la capital que pagan mucho más que los de Retiro y que tienen una terraza mucho menor, como es el caso de los locales situados en la calle Pintor Rosales". El Ayuntamiento ha respaldado esta afirmación, argumentando que en Pintor Rosales hay quioscos que pagan un canon de más de 61.000 euros cuando en el año 2000 lo hacían de 14.000.
Los partidos de la oposición del Ayuntamiento han acusado esta mañana al equipo de la alcaldesa, Ana Botella de "querer hacer caja" con cualquier cosa mientras los madrileños se encuentran en una situación de "indefensión".
El grupo de IU ha criticado el "hostigamiento al que se ha sometido a los quioscos del Retiro, con objeto de abrir estos negocios, en la actualidad en manos de pequeñas empresas o de carácter familiar, a los grandes grupos empresariales".
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