Las empresas familiares reclaman al PP menos impuestos

Una de las numerosas dudas que acechan a los ciudadanos en esta crisis es si subirán los impuestos. Sobre todo porque es difícil fiarse de lo que dicen los gobiernos, y menos de los programas electorales. Quizá por ello la Asociación Gallega de la Empresa Familiar (AGEF) lleva a cabo desde hace meses una intensa campaña para que se elimine por completo el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para el traspaso de cualquier negocio.

Al ser un impuesto cedido poco puede hacer la Xunta más allá de impulsar bonificaciones. El bipartito lo hizo cuando gobernó eliminando en un 99% la base imponible para las empresas que cumplan una serie de condiciones. Pero para el presidente de la AGEF, Emilio Pérez Nieto (grupo Pérez Rumbao), no es suficiente. “La supresión está en el programa del PP, y las promesas electorales, aunque parezca que no, hay que cumplirlas”, reflexionó ayer en un desayuno con periodistas. Fue poco después de alabar el programa de reformas que está llevando a cabo el Gobierno a las que solo les vio un pero: “Me gustaría saber cuál es el objetivo final”.

Volviendo al impuesto, pese a las bonificaciones, la AGEF cree que es “un grave obstáculo”, para las pymes que tienen que cumplir “un montón de normas susceptibles de interpretaciones”, para poder beneficiarse de la reducción.

Pérez Nieto: "La supresión está en el programa del PP, y las promesas electorales hay que cumplirlas”

Sobre la reforma laboral, que se convalidará el próximo 15 de mayo en el Congreso, Pérez Nieto no la califica “ni buena ni mala”, porque, a su juicio, “ningún empresario contrata a alguien para despedirlo”. Pero aclara que “tiende a que las relaciones estén menos sindicalizadas. Cuando se recupere la confianza ayudará a crear empleo”.

A su lado, el vicepresidente de la asociación, Manuel Rodríguez (Rodman), habló sobre la crisis que atraviesa el sector naval y que, a corto plazo, no dejará otra salida, según él, que la fusión de empresas. “Los astilleros irán muriendo poco a poco, como ha ocurrido hasta ahora, seguramente habrá que concentrar y evitar gastos suplementarios”. Recordó que el 90% de la construcción naval mundial está en tres países: Japón, Corea y China, y que el pequeño hueco de mercado que halló la industria gallega (de buques a la carta, con una importante carga de tecnología) ya solo se reduce a las empresas de la ría de Vigo.