Cómo dar con un pijama para Scarlett
La tienda Pepita is Dead es una mina de piezas y ropa ‘vintage’ sin usar. Gaultier, la película ‘Vicky Cristina Barcelona’ o la serie 'Cuéntame' se han nutrido de ahí
Todo empezó con una fiesta. Cristina Guisado tuvo una ocurrencia que le cambió la vida: tenía 24 años y organizó un sarao con ropa antigua. Todo el mundo salió encantado. Era a principios de los años noventa y, compaginándolo con sus diseños, se dedicó a buscar ropa antigua. Lo que había sido una feliz idea de una noche se convirtió en un negocio.
Adivinen de donde salió el pijama que llevaba Scarlett Johansson en Vicky Cristina Barcelona. De Pepita is Dead, en la calle Fourquet, a dos pasos del Museo Reina Sofía, el centro de operaciones de la ya exdiseñadora (abandonó en 2001) desde donde vende ropa y pequeños tesoros encontrados a lo largo y ancho de este mundo. También alquila para cine, televisión y publicidad. Han pasado 20 años desde aquella fructífera juerga. La película de Woody Allen es solo un ejemplo, porque a estas alturas tiene miles, aunque a ella le guste poco hablar del famoseo.
Entrar en ese espacio es como recorrer a través de la moda todo el siglo XX en apenas 20 metros cuadrados. Ropa, medias, sombreros, bolsas de la compra de los años cincuenta, zapatos de Bravo, camisas de hombre, de niño... Pero no hay que confundirse. Todo lo que se vende aquí es nuevo. Su dueña, que empezó con todo esto avant la lettre, lo deja claro. “Ahora llaman vintage a todo. Es como si se hubiera abierto la veda. Al principio, cuando venían los guiris es cuando me enteré del término. Siempre he trabajado con objetos sin estrenar y es algo que nos diferencia del resto de las tiendas que venden ropa usada. No buscamos tanto la marca, que sea Dior, como el estado de la prenda”.
La dueña es como si formara parte del decorado. Lleva un collar de resina que le hizo su hija, un sombrero de fieltro y un caftán que le regaló su hermana. Solo una pequeña concesión a la contemporaneidad, unos botines Camper. Ahora está relajada después de un tiempo de sudar tinta buscando ropa para el biopic de Julio Iglesias que prepara TVE. La encargada de vestuario, Cristina Arretxe, recurrió a Guisado como en su momento lo hizo Sonia Grande para Vicky... “El look de Julio Iglesias es muy particular, muy sobrio, pero impecable. Tenía que ser todo especial para él. Camisas, trajes, corbatas con el empaque de la ropa sin usar”. Una prenda se le resistió: la sempiterna americana cruzada con botones dorados. “Hemos hecho muchos cambios para él, porque saca como 60 modelitos”.
Pero el pelotazo lo dio con Cuéntame. “Fue al principio, hace 10 años. Entonces solo vendíamos la ropa y se llevaron mil tesoros, piezas preciosas, vestidos, zapatos, bolsos”. Más recientemente, Jean Paul Gaultier visitó la tienda. “Me encanta que venga, que guay y encima compró un montón de cosas”. Pero por encima de estrellas, ella reivindica la gente con gusto, sin nombre y apellido: “Personas con estilo, no contagiadas con la moda, libres, clientes con carácter. Me da igual que sean hippies o pijos con tal de que sean auténticos”. ¿Un cliente especial? “Un chico de 10 años que me alucina. Es un hippie auténtico que vive en Londres y cuando viene a ver a sus abuelos viene aquí y disfruta muchísimo”.
Guisado vive en El Escorial. En una casa enorme en la cual ha convertido en almacén siete habitaciones. Y se ha procurado que este vintage tan particular continúe: su hija Silvestre ya tiene nómina en Pepita is Dead. Su mentora lo que desea es tranquilidad y buen rollo.
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