Edificio ecológico en el centro
La colección Alfaro Hofmann expone el proyecto ‘Eólica’, una torre de energía renovable El estudio de Fran Silvestre diseña el edificio con una altura de cincuenta plantas
No vendría mal que un día como el de ayer, con rachas de viento fuerte, toda la masa de aire se convirtiera en energía. No solo eso. También la luz del sol, que se dejaba ver a ratos, o el calor acumulado en la tierra. Es lo que pretende el proyecto Eólica, ideado por el estudio de arquitectos de Fran Silvestre y expuesto durante este mes en la colección Alfaro Hofmann de Godella, en Valencia.
Eólica es el nombre de una torre de unos 170 metros que aprovecha de diferentes maneras varios tipos de fuentes de energías renovables y limpias para suministrarlas en núcleos metropolitanos.
Por un lado, está diseñada de forma que toda su estructura pueda captar, mediante más de 400 turbinas verticales, la fuerza del viento. Además, estaría recubierta de una malla permeable por la que pase el aire: “Gracias a esta protección se impediría el paso de animales. Y los molinos de eje vertical no necesitan la orientación del aire y requieren de menor velocidad para empezar a funcionar”, señala el diseñador Andrés Alfaro Hofmann. “Por eso es una optimización de la tecnología y no produce impacto acústico”, remarca.
“Está pensado, además, para que la cimentación se surta de la energía geotérmica y no solo sea autosuficiente sino que pueda abastecer a los edificios de alrededor”, sostiene desde el estudio. Esa generosidad arquitectónica también se refleja en la intención de instalarla en contextos ciudadanos y no en ambientes alejados: “Serviría de icono para la ciudad y formalizaría un sistema económico de suministro”, recuerda Alfaro Hofman, “porque la energía eólica conlleva grandes costes de transporte que, además, genera pérdidas”, añade.
El proyecto ha contado con la colaboración del ITE y la UPV
Otra de las fuentes de alimentación serían las unidades fotovoltaicas instaladas en toda la superficie y la eficiencia material para nutrirse de la termoeléctrica: “Una de las cosas que se suelen olvidar cuando se construyen torres es la importancia de que el edificio no proyecte sombra”, explican los arquitectos, “y por su diseño se podría situar hacia el lado donde filtre el sol durante todo el día”.
Este proyecto, iniciado en 2010 y que ha contado con la colaboración del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y la Universidad Politécnica de Valencia, acogería distintas funciones públicas o privadas. Las plantas inferiores podrían utilizarse como oficinas, biblioteca o salas para conferencias. Y la más alta, el piso 50, sería un restaurante panorámico: “Se disfrutarían las vistas de 360 grados y contaría con un ascensor solo para él”, comentan. “En las esquinas se necesitarían, aparte, dos elevadores para el mantenimiento y uno para la zona dedicada a servicios”, agregan.
El coste inicial sería de unos siete millones
de euros
Las maquetas y planos que se pueden observar en la colección están realizadas por un amplio equipo que incluye tanto a los integrantes del estudio de Fran Silvestre como a componentes de un grupo encargado del cálculo de estructuras: “Está en fase de anteproyecto, pero se podría llevar a cabo”, indican, “solo faltaría desarrollar lo referente al tipo de suelo donde se haría la instalación o la dirección del viento”.
Con un presupuesto inicial de siete millones de euros, el edificio podría generar hasta 3.600 megavatios por hora al año. Para hacerse una idea, con solo dos de estas unidades se podría proveer a 19.000 familias: “Sería una integración total de la energía renovable con el entorno urbano. Un diálogo entre arquitectura e ingeniería”, remarcan.
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