La delegada del Gobierno visita el otro Madrid

Si se pusieran en línea todos los colectores y galerías subterráneas que tiene Madrid se llegaría más lejos que a Moscú. La capital tiene en sus tripas 4.780 kilómetros de galerías, que se convierten en la gran desconocida para la inmensa mayoría de los habitantes. Ese mundo oscuro, peligroso y lleno de una fauna especial ha sido visitado esta mañana por la delegada del Gobierno en Madrid junto con especialistas de la Sección Operativa de Subsuelo de la Policía Nacional. Este grupo de agentes, cuyo número exacto no se ha facilitado por cuestiones de seguridad, efectuaron el año pasado 7.619 servicios, según ha reconocido el jefe, Carlos Losa.

La delegada del Gobierno ha visitado un colector y otra zona de galerías donde están ubicados servicios como agua, luz y gas y ha vivido in situ el trabajo de prevención de la delincuencia que realiza Subsuelo. De los 4.780 kilómetros de galerías, 1.530 son visitables y 3.250 son de difícil acceso ya que no tienen siquiera el 1,40 metros de altura, por lo que según Cifuentes requieren ser vigilados por personas muy preparadas.

De los 7.619 servicios, 4.588 correspondieron a vigilancia de centros oficiales, 1.912 a itinerarios de personalidades por la capital y 1.159 a servicios especiales de seguridad. Según el inspector jefe responsable de la sección, tres son los puntos principales a los que se dedica su especialidad: respuesta operativa ante cualquier delito, hacer planes de seguridad de edificios sensibles, como sedes judiciales o embajadas, y comprobar la seguridad de colectores y galerías.

Uno de los aspectos en los que se están centrando últimamente es en la seguridad de establecimientos especialmente atractivos para los ladrones, como joyerías, peleterías y bancos. Losa ha recordado el reciente robo en la Avenida de la Albufera en el que se llevaron 270.000 euros el lunes siguiente a la Semana Santa. “Es un butrón muy técnico, con una capacidad técnica bastante grande, lo que demuestra que es gente profesional y que conoce muy bien ese mundo”, ha destacado el inspector jefe. “Hay que ser muy arriesgado porque nada más levantar la tapa de la alcantarilla lo que hay debajo impone mucho”, ha añadido.

En los últimos diez años, la capital ha sufrido unos nueve butrones de estas características. En lo que va de año el único registrado ha sido el de la Avenida de la Albufera. “También detectamos a veces intrusos que quieren robar cable de cobre de las galerías subterráneas. Lo que no saben estos ladrones es que se trata de un sistema muy vigilado”, ha concluido Losa.

La delegada del Gobierno ha destacado que se ha sentido “muy segura” y que no ha sentido ni miedo ni claustrofobia porque ha estado acompañada en todo momento por los profesionales de la policía.