El consejero delegado de Metro puso a su cuñado en la directiva

El organigrama de Metro menguó el pasado enero, justo antes de que llegara el nuevo consejero de Transportes, Pablo Cavero. El argumento oficial fue el ahorro en plena campaña de recortes y con una subida de tarifas en ciernes. Se recortaron 600.000 euros, según datos oficiales, un 0,2% de lo que la empresa gasta en salarios. El staff, con cinco escalones, pasó de casi un centenar de miembros a 55. Salieron unos cargos y entraron otros.

Entre ellos, el cuñado del consejero delegado de Metro, Ignacio González Velayos, que había entrado en la empresa pública como técnico tres meses antes. Fernando Preciado Lage, hermano de la mujer del consejero delegado de Metro, se convirtió el pasado enero en el nuevo gerente de Gestión Patrimonial de la empresa, un cargo por el que cobra unos 55.000 euros anuales brutos, según fuentes internas. Preciado Lage, aparejador de 30 años, compagina esta dedicación con su puesto como quinto teniente de alcalde y edil de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de El Escorial —en el que González Velayos es concejal de Urbanismo— y como presidente de Nuevas Generaciones del PP en el municipio.

Cuando entró en Metro como técnico en octubre renunció a su sueldo de edil, que era legalmente incompatible con su nuevo cargo, según un portavoz de la empresa pública. Sigue cobrando las dietas por asistir a plenos —285 euros y periodicidad mensual o bimensual—, a juntas de gobierno —hay cuatro semanales y por cada una los ediles perciben 261 euros— y a las comisiones informativas (142,59 euros), cuya periodicidad no es fija. Por su presencia en actos municipales cobra entre 1.044 (solo por juntas de gobierno) y 1.471 euros mensuales, si se suma una comisión informativa y un pleno.

Su predecesor en Patrimonio era un ingeniero de Caminos. Según un portavoz de Metro, Preciado Lage accedió al proceso de selección en mayo con otras 25 personas. Después de tres fases eliminatorias, en octubre dos aspirantes fueron seleccionados como técnicos medios. Uno era Preciado Lage, que en enero ascendió a alto cargo después de tres meses de trabajo en la empresa.

Las responsabilidades de un gerente de Patrimonio, en una época en la que Metro intenta vender parte de sus propiedades siempre con el objetivo de ahorrar, supone tener amplios conocimientos de urbanismo. Fuentes del sector señalan que es más adecuado el perfil de un arquitecto o de un ingeniero —con una licenciatura de cinco años en lugar de una diplomatura de tres— que el de un aparejador.

El perfil que reclamaba Metro abría el abanico. Podía ser arquitecto, ingeniero, ingeniero técnico o aparejador. El segundo requisito, que también cumplía Preciado Lage, era tener experiencia demostrable en la gestión de las Administraciones públicas. Metro no especificaba que fuera una experiencia relacionada con el patrimonio o el urbanismo. Preciado Lage, edil de Juventud y Deportes desde hace dos mandatos, señaló ayer a EL PAÍS que ha “asesorado como técnico” en su Consistorio sin aclarar si se trataba de asuntos relacionados con los temas citados.

El nuevo gerente, que declinó comentar su relación familiar con el consejero delegado de Metro, añadió que supo que estaban buscando empleados en el suburbano y envió su currículo “como cualquiera”. No sabe precisar cuántos aspirantes más hubo y se mostró “muy satisfecho” con el trabajo que realiza. “Me levanto a las cinco de la mañana y vuelvo a casa a las nueve de la noche para atender todas mis responsabilidades”, añade.

Metro ha incluido también a otro cargo relacionado con el PP en su organigrama. Es el hijo de José Cabrera, portavoz popular en la Comisión de Transportes de la Comunidad de Madrid. Roberto Cabrera trabaja como subjefe de servicio en la unidad de Explotación Comercial y percibe 46.000 euros brutos al año, según reveló ayer la cadena SER. Un portavoz de Metro señala que “su currículo le avala” y que, entre sus funciones, trabaja para conseguir ingresos extra con locales comerciales, publicidad o proyectos exteriores.