Infraestruturas incumple su contrato y retrasa de nuevo su Plan de Estradas
Feijóo prometió aprobarlo en sus primeros cien días de gobierno y ya van mil
El PP se comprometió en la campaña electoral de 2009 a “aprobar” un plan de infraestructuras en los “cien primeros días” de gobierno. Ese tiempo pasó sin que la Xunta hiciese más que publicitar un documento político, el conocido como Plan MOVE. Mientras, el plan de infraestructuras prometido siguió su lenta tramitación hasta que el contrato-programa dictado en enero de este año por el Gobierno gallego para la nueva Axencia de Infraestruturas fijó su aprobación en el mes de marzo ya superado. Pero tampoco ese nuevo plazo se ha cumplido, poniendo así también en duda la supuesta mejora de la eficacia que el presidente Feijóo atribuye a los contratos-programa, que obligan a los entes públicos a trabajar por objetivos.
El programa electoral con que el PP se presentó a las elecciones autonómicas incluía, en su apartado dedicado a carreteras, una promesa clara: “En los cien primeros días de gobierno aprobaremos un plan de infraestructuras”. Un mes más tarde de ese plazo, el 3 de septiembre de 2009, Feijóo anunciaba otra cosa, el denominado Plan MOVE (de Movilidad y Ordenación Viaria Estratégica), que aún tardaría semanas en hacerse público.
Si el incumplimiento se prolonga, puede conllevar destituciones
Pronto Feijóo y el conselleiro Agustín Hernández reconocerían que aquel Plan MOVE, pese a dibujar carreteras, no era un plan de infraestructuras como el que regula la ley autonómica de carreteras, de carácter técnico, sino un documento político, una declaración de intenciones. La prueba es que en el Consello de la Xunta en el que supuestamente se trató fue incluido en el apartado de informes, sin rango legal, y no en el de decretos o acuerdos.
El propio documento divulgado en septiembre de 2009 admite expresamente que “el Plan MOVE completa, suplementa y perfecciona el Plan Director de Estradas de Galicia ya que este último es un plan de infraestructuras y el Plan MOVE es un plan de movilidad”. Igualmente, la página web de la consellería indica que “el Plan MOVE no es un plan de infraestructuras”.
Aquel “plan de infraestructuras” prometido en 2009, obligatorio para desarrollar cualquier nueva vía no contemplada en planes anteriores, debía ser aprobado en este mes de marzo, según detalla el contrato-programa dictado dos meses antes por la Xunta para la nueva Axencia de Infraestruturas. En ese contrato, junto con el resto de obligaciones que se le fijan al nuevo ente, se indicaba como compromiso a cumplir en marzo la “aprobación del Plan Director de Estradas” y su “remisión al Parlamento de Galicia”, como exige la ley. Pero marzo pasó sin que el Consello de la Xunta aprobase el plan y sin que Infraestruturas anunciase ninguna novedad.
Feijóo presentó los nuevos contratos-programa de los entes públicos como garantía de que la Administración sería más eficiente ya que le marcan objetivos a cumplir. Sin embargo, con el nuevo retraso del Plan de Estradas la Axencia de Infraestruturas ya ha incumplido tres de los 23 objetivos operativos que se le fijaban, todos ellos definidos como “prioritarios”. Ahora, si el plan comprometido para marzo no se aprueba antes de que termine mayo, esos dos meses de retraso comenzarán a tener consecuencias para los directivos de la agencia encargados de su tramitación. Serán “apercibidos” por ello y si acumulan tres advertencias por el incumplimiento de cualquier objetivo durante tres años seguidos podrán ser destituidos.
El bipartito paralizó el plan por el rechazo social
La validación definitiva del plan de carreteras con su paso por el Parlamento gallego vendrá a culminar un largo proceso iniciado hace cuatro años. El 3 de julio de 2008 la entonces conselleira, la socialista María José Caride, firmaba la aprobación inicial del documento y lo exponía al público. Durante ese proceso algunas de las nuevas vías propuestas cosecharon numerosas críticas, lo que hizo que el bipartito decidiese parar su tramitación.
Cuando el PP llegó a la Xunta hace tres años retomó el trabajo y eliminó del documento algunas de las propuestas de carreteras más conflictivas. El resto del contenido lo aprovechó para presentarlo en septiembre de 2009 dentro de su Plan MOVE. Pero el avance administrativo real del Plan Director de Estradas fue lento. Su tramitación ambiental se desbloqueó más de un año después, en enero de 2011. Y ahora, otro año más tarde, está pendiente de aprobarse definitivamente. De concretarse en breve, lo prometido para cien días habrá tardado mil.
Lo que sí mantuvo el Partido Popular durante todo este tiempo fue el escenario temporal planteado en 2008 por el bipartito de socialistas y nacionalistas para el plan: 2009-2020. De esos doce años en los que el documento tendría que estar en vigor ya han pasado tres, una cuarta parte, sin que haya sido siquiera aprobado.
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