Madrid empieza a pagar sus facturas

“Él no me ha transmitido que sienta una preocupación especial por la ciudad de Madrid. Y nosotros estamos para procurar dar las menos preocupaciones posibles”. Así ha resumido la alcaldesa de la capital, Ana Botella (PP), la reunión que ha celebrado este mediodía por espacio de una hora con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP), en el Palacio de La Moncloa. La regidora ha mostrado su apoyo incondicional a las medidas económicas del Ejecutivo que, en su opinión, “conllevan sacrificios y son fruto de decisiones difíciles pero imprescindibles”.

Ha evitado pedir cambios en el sistema de financiación municipal, como hizo su predecesor y ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), al anterior Ejecutivo (PSOE), porque cree que “no toca”. Y ha comunicado que el Ministerio de Hacienda ha dado luz verde al plan de ajuste presentado por el Ayuntamiento para sumarse al mecanismo de pago a proveedores, lo que significa que, de hecho, Madrid ya puede empezar a abonar sus facturas pendientes, “el principal problema” de la ciudad en estos momentos, según Botella.

El Ayuntamiento debe 16.712 recibos por un valor total de 1.017 millones. Ese dinero se convierte ahora en deuda financiera, y se suma a la que ya acumula debido a las fuertes inversiones de los años de bonanza (soterramiento de la M-30, Madrid Río, Caja Mágica, Palacio de Cibeles). A final de año, Madrid deberá 6.668 millones a bancos y cajas (5.935 millones a final de 2013, y 4.470 millones a final de la legislatura). Estará al día con sus proveedores, pero el periodo medio de pago se mantendrá este año en 180 días (frente a los 250 de 2011), bajará a 90 en 2013, y solo se ajustará a los 30 días reglamentarios a partir de 2014. Eso, según el plan municipal sancionado por el Gobierno.

A primera hora de la tarde, en la rueda de prensa posterior a la reunión, Botella se ha mostrado menos ambiciosa: “Me marco como objetivo que paguemos a 60 días a final de legislatura, sería tal revolución que lo hiciéramos así las Administraciones…”. De hecho, algunas, como el Ayuntamiento de Barcelona, ya lo hacen: pagan en 30 días y no tienen deuda atrasada con sus proveedores.

El plan municipal ha supuesto un ajuste de gasto de 160,6 millones de euros para 2012 y de 394,2 millones para 2013. Además, avanza para el próximo año recortes en los servicios esenciales de la ciudad, y subidas de impuestos, tasas y servicios municipales. “No son medidas populares o cómodas”, explicó Botella tras su aprobación. Prevé además que las inversiones se reduzcan a la mínima expresión: de los 926 millones de 2010 se pasó a 430 en 2011; en 2012 serán 202. En 2013, 142. En 2014, 124. En 2015, último año de la legislatura, 166 millones. “No vamos a invertir, a no ser que realmente cambien las circunstancias. Nos podemos permitir estar cuatro año así porque en Madrid se ha invertido mucho en estos años”, ha dicho hoy la alcaldesa.

La anterior reunión de un alcalde de la capital con el presidente del Gobierno fue en noviembre de 2010. Gallardón acudió a La Moncloa a solicitar a Zapatero que permitiera a los Ayuntamientos refinanciar su deuda (es decir, alargar los plazos para devolver el dinero prestado, sin aumentar la cantidad), como hacen tanto el Ejecutivo como las autonomías. “No he conseguido ningún compromiso”, explicó luego, “decepcionado”. Esta mañana, Botella no ha planteado ni siquiera el tema en esta “reunión de trabajo”, la primera de una ronda de encuentros de Rajoy con alcaldes de grandes ciudades. Botella se reunirá el lunes con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para “articular nuevas medidas de coordinación”. “Estamos en un momento completamente distinto al anterior”, ha puntualizado respecto al deseo de Gallardón.

A tenor de las palabras de la alcaldesa, su principal y única prioridad en el ámbito económico y administrativo es el “acuciante problema” de la deuda comercial. “Madrid quiere ser la primera ciudad en cumplir con el objetivo [de ponerse al día en el pago a proveedores]”, ha insistido hoy. La alcaldesa ha respaldado en cualquier caso la política del Ejecutivo contra la crisis, como un “ejercicio de responsabilidad”. Como tal, ha aplazado sin fecha además su petición de que el AVE llegue al aeropuerto de Barajas. “Lo hemos hablado, pero hemos coincidido en que no es el momento de hacer inversiones”, ha explicado a los periodistas.

Botella ha alabado específicamente la reforma laboral del Gobierno, ante la que los principales sindicatos convocaron una huelga general el mes pasado. “Abre la posibilidad de hacer Administraciones más eficaces y más ajustadas a la realidad”, ha dicho hoy. Podría deducirse de sus palabras que tiene en mente recortes de personal; sin embargo, el plan municipal sólo contempla por ahora reducciones salariales. De hecho, el Ayuntamiento firmó un acuerdo de paz social en diciembre que en principio cerraba la puerta a recortes de personal esta legislatura.