Escribano se ve “legitimado” para “cualquier puesto” tras su exculpación

Está dolido, pero a la vez contento y orgulloso. Javier Escribano, el diputado autonómico del PP que se vio obligado a dimitir al estar incurso en una causa por presunto cohecho —el caso Arena—, ahora sobreseída y cuyo archivo no recurrirá el fiscal, contó ayer que ha sido una experiencia muy dura, “un calvario” y “una carnicería mediática”. Pero se considera reparado: “No solo en mi honor, sino en mi honestidad y rigor como parlamentario, como representante de mi pueblo”, según la declaración que leyó ayer.

El dolor le ha determinado a emprender acciones legales “por las ofensas gratuitas a mi persona”. El orgullo, a reivindicar su militancia en el PP, que nunca ha abandonado, y por ello está “a disposición de lo que decidan compañeros y órganos del partido”. “Por supuesto, me considero legitimado para ostentar cualquier puesto”, aclaró, “y estaría encantado de que el partido me echase una mano en ese sentido”. En cuanto a las acciones legales, tras anunciar que las presentaría, matizó que lo haría contra medios de comunicación “si no atienden a razones y siguen vulnerando” su “honor”. “La única manera de evitarlo es que sienten ante la justicia”, añadió. Escribano no se querellará contra el empresario Fermín Duarte, que en una conversación interceptada por la policía le acusaba de haber aceptado un coche en pago de una intermediación política, porque era una conversación privada. Ayer admitió que ni siquiera le había llamado para reprochárselo, “porque ya dijo en el juzgado que era mentira”.

“Deberíamos tener algo más de prudencia, que baste el comentario de un tercero para abrir una investigación es muy grave”, proclamó Escribano, que también consideró “una valoración subjetiva” de la policía la existencia de la filtración que le alertó de que estaba siendo investigado. El auto judicial, sin embargo, dice que “parece seguro que alguna clase de filtración hubo, pero se desconoce quien reveló secretos oficiales”. Pese a esas críticas al desarrollo de la investigación, el exdiputado no dirigirá las acciones legales contra la policía, en principio. “Creo en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pero a lo mejor existen ovejas negras que han tenido intenciones que habría que estudiar”, aseguró.

Entre las intenciones o intereses que Escribano trajo a colación y dejó en el aire estaban “la proximidad de unas elecciones generales en las que se iba a producir previsiblemente una alternancia de gobierno”. Por ello, y aunque reconoció no haberlo visto claro en el primer momento, entendió “la posición de la dirección del PP” pidiéndole que se “sacrificara y dejara el escaño”. Escribano no quiso mencionar si había hablado con su presidente provincial, Carlos Negreira, a raíz del sobreseimiento, pero sí que había hablado con miembros de la dirección del partido “y todos estaban muy satisfechos con la resolución”. Negreira dijo ayer que “ya se verá lo que depara el futuro” sobre la posible vuelta del exdiputado a la primera fila política, y advirtió que “hay que extraer conclusiones” de la decisión del Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol.

Aunque el juez afirma al comienzo de su auto que “tras haberlo investigado, existe bastante oscuridad en lo sucedido, como para que queden muchas dudas”, Escribano cree que la decisión judicial considera “intachable” su comportamiento ético.