Caballero usará todos los resortes contra el área metropolitana de Vigo
El regidor quiere “impedir que Feijóo gobierne la ciudad desde fuera”
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, utilizará “todos los mecanismos democráticos” a su alcance para evitar que se aplique la ley del área metropolitana aprobada el martes por el PP en el Parlamento de Galicia, lo que volvió a tachar de “escándalo” y “barbaridad”. El portavoz popular, José Manuel Figueroa, acusó a su vez al regidor de “mentir y falsear la realidad” en su valoración de dicha ley.
La resistencia obstruccionista del regidor vigués se dirige, según señaló ayer, a “impedir que Feijóo gobierne Vigo desde fuera”, lo cual estaría posibilitado por el funcionamiento del área metropolitana de acuerdo a la normativa aprobada el martes, que Caballero denunció como “una trampa monumental” del presidente gallego a la ciudad cuyo principal exponente sería la Xunta de Goberno Metropolitana, su máximo órgano de gobierno, que tomará las decisiones por mayoría simple y donde el alcalde de Vigo cuenta con un voto al igual que los demás regidores de los municipios integrados en el área.
En ese mismo órgano de gobierno —y no en la asamblea, donde al menos Vigo contará con una representación del 47%— se tomarán las decisiones sobre concesiones, contratos y precios, esto es, vinculantes para cuestiones como el precio del agua, la recogida de basuras, el transporte urbano, las escuelas infantiles o la elaboración de los presupuestos metropolitanos.
Pero, frente a ello, Caballero quiso enviar un mensaje a los vigueses para que “estén tranquilos y confien en su alcalde” porque no va a tolerar que Vigo sea “gobernada desde fuera”. “Tenemos que estar en el área metropolitana por ley, pero hay mecanismos para que las pretensiones de Feijóo no se cumplan”. Para empezar, anunció que recurrirá la aplicación de la ley para defender la “dignidad, autonomía y capacidad de gobierno de la ciudad”. “Feijóo está desesperado por gobernar Vigo”, concluyó, “pero en la ciudad seguirá gobernando quien deciden los ciudadanos”.
Figueroa, por su parte, desmintió al regidor. “Es rotundamente falso que el voto de Vigo valdrá lo mismo que el del resto de municipios a la hora de fijar el precio de los servicios, como el transporte o el agua, o que la ciudad vaya a ser gobernada desde otros Ayuntamientos”, dijo. Ninguno gobernará el área, que nace —añadió— por la decisión de los Ayuntamientos de “ceder la gestión de determinados servicios” con la doble condición de que funcionen mejor y de modo más barato.
A su juicio, las decisiones importantes no se tomarán en la Xunta de Goberno, donde solo se vertirán las ideas, sino en la asamblea, donde Vigo tendrá una representación del 47% (incluyendo delegados de todos los grupos municipales). “A Vigo le bastará con llegar a acuerdos con un 3% de los otros representantes para alcanzar la mayoría”, indicó Figueroa para subrayar laprevalencia de la ciudad.
El presidente local del PP agradeció a la Xunta su “diligencia” para poner en marcha el nuevo órgano y propiciar “un momento histórico en el que, por fin, Vigo será capital de un área de casi 500.000 habitantes”, más que las provincias de Ourense o Lugo. Mientras que para Caballero la cuestión de la presidencia del área “ha pasado a un segundo plano”, Figueroa se mostró dispuesto a apoyarle para ese cargo. “Yo mismo le propondría”, dijo, “siempre que esté dispuesto a llegar a acuerdos, a dialogar y a tratar de consensuar las cosas”. Aunque, vista la actitud del regidor vigués, no parece que la oferta vaya a cuajar. En caso de que Caballero renuncie efectivamente a presidir el área, el PP baraja como primera opción alternativa la del alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuíña.
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