AVE plantea a Rato su malestar por la falta de interlocución con Bankia

En una muestra más del protagonismo que está adquiriendo en los últimos meses, la junta directiva de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) se reunió ayer en su sede con el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, el vicepresidente de la entidad, Francisco Pons, y el consejero delegado, Francisco Verdú. Durante el encuentro, el lobby empresarial trasladó al exministro el malestar existente en la Comunidad Valenciana por la falta de “interlocutores claros, con poder de decisión” de la entidad, así como por el papel del grupo en la intervención del Banco de Valencia por el Banco de España en noviembre pasado, al considerar que no hizo lo suficiente para impedirla.

El tono de los reproches fue más o menos alto según las fuentes consultadas. Desde AVE se indicó que la cuestión sirvió, en todo caso, para que “aflorasen sentimientos”. Y que Rato explicó que acaba de completar la nueva estructura profesional, lo que permitirá mejorar la comunicación de clientes y empresarios valencianos con Bankia, el grupo en el que ha quedado integrada Bancaja. El presidente de Bankia hizo hincapié en la importancia de la Comunidad Valenciana para la entidad que preside, señaló AVE. En ese sentido, Rato explicó que tiene “planes muy importantes para la Comunidad Valenciana, donde es la primera entidad financiera”. El banquero explicó los detalles de la integración tecnológica que la entidad concluyó hace unos días.

Fuentes del lobby, que reúne a un centenar de los principales empresarios valencianos, confirmaron que hace ya algún tiempo se planteó la posibilidad de que un representante de Bankia entrara a formar parte de la asociación, como ha ocurrido anteriormente con alguna gran corporación con presencia en Valencia. Las fuentes indicaron, sin embargo, que en ningún caso se barajó el nombre de Rato, y que la cuestión, que no está cerrada, no se planteó en la reunión.

Tampoco se trató, agregaron, la salida de José Luis Olivas de la presidencia de Bancaja. Es conocido, sin embargo, que su marcha se vería con buenos ojos por gran parte de los empresarios valencianos y de la Generalitat. Ni es un secreto la mala relación de Rato y Olivas a raíz del proceso de fusión, en la que el presidente de Bankia cree que fue engañado, lo que le ha llevado a poner en marcha una auditoría que podría rebajar el peso de Bancaja en el grupo.