Libros con un plus de distinción
La editorial Milimbo da una nueva vuelta de tuerca a los clásicos de la literatura infantil
Tienen nombre de león de cuento infantil. O de pequeño país perdido en el continente africano. Desde hace poco más de un año están empeñados en hacer libros ilustrados con un plus de distinción. Libros auto editados y sin límites de edad. Para niños de tres a ochenta años. Los responsables del proyecto son Juanjo Oller y Pedro Nieto que compartían pasado gráfico y publicitario cuando decidieron unir voluntades creativas. “Milimbo es un pequeño estudio-taller de diseño grafico y ahora también un proyecto editorial” señala Juanjo Oller, creador de algunas de las propuestas gráficas que han surgido del estudio en este tiempo. Han dejado sin palabra pero con imágenes que hablan por sí solas, cuentos clásicos como Caperucita y Hansel y Gretel y puesto en pie una versión de la historia de Ricitos de Oros ambientada en la época de la Perestroika rusa.
“No pretendemos volver a contar los mismos cuentos, sino remitir al imaginario donde reposan”, señala Pedro Nieto. “Donde esos cuentos”, continúa Juanjo Oller, “siguen vivos en la memoria y nos acercan a ellos de forma inductiva pasando por la puerta trasera, más cerca del acertijo y la observación que de la certeza”. No les preocupa que algún padre mire con cierta perplejidad si aquello que tiene entre sus manos es un libro infantil o para adultos. “Para nosotros lo que nos resulta satisfactorio es que niños y adultos reciben algo totalmente diferente, otros símbolos, otras lecturas, otras imágenes”, dice Juanjo. “Son libros de imágenes para ser leídos con los ojos abiertos”, apostilla Pedro.
Con Internet como gran hermano gráfico defienden la lectura como “un juego que estimula la imaginación”. Y es en este juego donde muchas de sus imágenes acaban transformadas en estilizadas piezas de juguete hechas de cartón kraft. “Nos gusta crear estas imágenes para jugar con los elementos de la historia”, dice Juanjo. “Esto nos ayuda a entenderla y a crear nuevas posibilidades”, añade Pedro. Estos días acaban de recibir una invitación del centro de creación contemporánea de París, Le Palais de Tokyo, para realizar un montaje y están terminando dos libros nuevos en la colección de cuentos clásicos. “Además”, dice Juanjo Oller, “también andamos con la producción de nuestro primer ejercicio como editores con otros ilustradores”.
Y un proyecto que les hace mucha ilusión, la preparación de su primer texto propio. “Es un trabajo que hemos ido posponiendo por priorizar los cuentos de la tradición oral”, comenta Pedro. Y por si esto fuera poco, van a lanzarse en la producción de objetos y juegos de cartón a través de la plataforma crowfounding (la microfinanciación colectiva) para convertir los hasta ahora prototipos en un producto vendible. “Cuando nos lanzamos al proyecto editorial”, dice Juanjo, “partimos de la idea de hacer libros que nos divirtieran, contar historias y jugar”. Y de momento en eso siguen.
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