Los disidentes de Aralar desafían a la dirección y se niegan a dimitir

La portavoz de Aralar en la Cámara vasca,  Aintzane Ezenarro, y los otros dos parlamentarios que contrariaron la orden de la ejecutiva del partido en la votación sobre la ponencia de paz y convivencia —Mikel Basabe y Oxel Erostarbe— han indicado que no piensan dimitir y se han ratificado en sus decisiones. Consideran que han actuado “en conciencia y en coherencia” con el espíritu y la trayectoria de Aralar en su trabajo parlamentario —por ejemplo, en la constitución de otras ponencias a las que no se ha opuesto, pese a que tampoco dejan hueco a la izquierda abertzale ilegalizada—. Y traspasan a la dirección la patata caliente de adoptar medidas disciplinarias en su contra si cree que su posición las merece.

“Ese voto nos coloca exactamente donde hemos estado siempre. Es un voto coherente y si la dirección de Aralar considera que esta actuación merece algún reproche disciplinario, es algo que le corresponde a ella”, ha resaltado Basabe.

Los tres han dejado claro en una comparecencia en el Parlamento vasco que no tienen intención de poner sus cargos a disposición de la ejecutiva, como esta les pidió públicamente el mismo día de la votación, el pasado viernes. Y por correo electrónico han constestado negativamente al emplazamiento que les ha hecho la dirección que encabeza Patxi Zabaleta para mantener una reunión mañana mismo.

La ejecutiva les ha respondido horas después por medio de un comunicado reafirmándose en sus principios y manteniendo la cita, porque “la gravedad de la situación no da lugar a vacaciones” o alargarla en el tiempo.

Los tres parlamentarios

Pero esa premura no será posible. Los tres alegan que tienen sus agendas para mañana ocupadas y que después se marchan “de vacaciones”. Su propuesta es que la reunión se celebre después de Semana Santa y que el lugar de la misma sea el Parlamento de Vitoria y no una sede del partido, por tratarse, explica la portavoz del grupo, “de una cuestión estricta e íntegramente parlamentaria”. Cabe la posibilidad de que en ella “limemos diferencias”, en palabras de Basabe.

Ezenarro ha revalidado el compromiso de seguir trabajando en favor de la ponencia de paz y convivencia, en la que ve “muchas potencialidades y recorrido” y resaltado que la discusión sobre la incorporación o no de la expresión “sin exclusiones” en el texto aprobado es “puramente semántica”. Con o sin ella, la antigua Batasuna solo habría podido asistir como invitada, ya que el Reglamento de la Cámara vasca impide otra cosa. Ezenarro apunta, no obstante, que, con acuerdos, caben muchas fórmulas en un foro de ese tipo, entre las que ha mncionado expresamente la de los asesores.

Tanto Ezenarro como Basabe han recalcado que su propuesta es “la única” que ha abierto la Cámara a la izquierda abertzale ilegalizada, “y no la sala de prensa”, en referencia a la comparecencia que le facilitó EA el día del pasado mes de marzo en que el lehendakari, Patxi López, propuso la creación de un foro parlamentario que abordase la gestión del final de ETA.

El coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, ha reprochado a los tres parlamentarios haber “escuchado más al PSE y el PP” que a su propio partido y no haber respondido a los requerimientos que se les enviaron para hacerlo ahora en una rueda de prensa. Ezenarro achaca en cambio a la ejecutiva esa ruptura de la interlocución.