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Dimite un presentador de TVG por discrepancias informativas

Alfonso Hermida abandona por desencuentros profesionales con la dirección de informativos

Imagen de Alfonso Hermida
Imagen de Alfonso Hermida

Alfonso Hermida, editor y presentador del telexornal de la tarde de TVG, presentó ayer su dimisión en ambos puestos tras una larga serie de desencuentros profesionales con la dirección de informativos de la cadena. El último, según explicaron fuentes del canal autonómico, ha sido el tratamiento de la noticia de la ocupación de las instalaciones de la compañía, el pasado viernes, por unas 150 personas afectadas por las participaciones preferentes de las antiguas cajas de ahorros.

Hermida, uno de los rostros más conocidos de TVG, ya había chocado con la dirección de la cadena hace unos meses, cuando, junto a su compañera Ana Pérez, escenificó un telexornal en plena calle, en uno de los actos de protesta durante una huelga de los trabajadores de la compañía pública. Además de ese episodio, según fuentes de la televisión autonómica, Hermida había mantenido desde hace tiempo diversas discrepancias "estrictamente profesionales" con la dirección de TVG, que culminaron el pasado viernes con el tratamiento dado en el informativo que él dirige a la ocupación de las instalaciones de la cadena que protagonizó un grupo de afectados por las participaciones preferentes de los bancos. Hermida ha preferido no ofrecer explicaciones públicas.

Con respecto a los incidentes del pasado viernes, el director general de la CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, abrió el sábado un expediente informativo para depurar responsabilidades en tales hechos, “desde la convicción de que para la perpetración de tal desatino (el asalto) resulta necesaria la complicidad o colaboración, activa o pasiva, de personal propio de la CRTVG”.

El comité interempresas ha denunciado que con este expediente la dirección de la compañía “pretende desviar la atención sobre su gravísima dejación de responsabilidades” y anuncia que va a acudir a los tribunales para denunciar “la calumnia” de la “necesaria complicidad o colaboración” del propio personal de la compañía.

Los sindicatos denuncian a su vez que Sánchez Izquierdo, “en lugar de permanecer en el interior de las instalaciones en los momentos más graves del conflicto, como era su deber, optó por proteger su integridad, ya que fue visto por varios trabajadores en el entorno del centro de San Marcos justo en el momento de mayor tensión”.

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