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El talento suple a las ayudas en la Sala Trono de Tarragona

A pesar del éxito, el teatro se queda sin subvenciones

Una escena de 'Parlour song', producción de la Sala Trono.
Una escena de 'Parlour song', producción de la Sala Trono.CARLES FARGAS

Hay un oasis en el panorama escénico de Tarragona, que vive momentos desoladores. Es la Sala Trono, fundada en 2003. El teatro lleva colgando desde hace meses el cartel de “aforo completo”. Sus montajes triunfan, salen de gira y cosechan buenas críticas. La prueba es que, tarde tras tarde, decenas de personas se agolpan a sus puertas cruzando los dedos para que quede un asiento libre. Bildelberg Club Cabaret, de producción propia y dirigida por Oriol Grau, lleva representándose desde el año pasado.

Sin embargo, la caja registradora de la Sala Trono apenas tiene dinero. Hasta hace unos días no sabían si podrían programar durante la primavera porque las Administraciones les han retirado la mayoría de las subvenciones argumentando que las arcas públicas están vacías por la crisis. La Diputación de Tarragona les ha cancelado el 100% de las subvenciones. El Ayuntamiento les ha rebajado en un 58% sus aportaciones. Este año solo cuentan con 10.000 euros del Consistorio, que aún les debe 23.800 de 2011. La sala espera subvenciones de la Generalitat, aunque el año pasado ya fueron recortadas el 15%. Con este panorama, hoy sobreviven exclusivamente con lo recaudado en taquilla. “No tenemos ni un euro público, intentamos subsistir con las entradas de los espectadores, nos dicen que no cerremos y eso nos anima”, explica Joan Negrié, uno de los responsables del teatro. Estos meses la sala ha alcanzado casi un 100% de ocupación, pero el teatro tiene 50 butacas, con lo que la recaudación no da para mucho.

“Somos el único teatro de la ciudad que ha abierto cada fin de semana desde el 15 de septiembre de 2011”, argumenta Negrié. De hecho, de no ser por la Sala Trono, ir al teatro en Tarragona sería casi una misión imposible. El Metropol, de titularidad pública, apenas abre entre semana y muchos sábados y domingos ha permanecido cerrado en los últimos meses. Incluso sus taquilleras tiraron la toalla, rebelándose por los impagos. “Es inaceptable que una capital de provincia esté en esta situación, y en teoría somos la capital de la cultura catalana este año”, añade Negrié. A duras penas, la Sala Trono sigue adelante por las giras de sus espectáculos, como La marató de Nova York y Killer, por Cataluña.

La Sala Trono estrenó ayer en el teatro Bartrina de Reus Parlour song (Música de fondo), una coproducción con el Centro de Artes Escénicas de Reus (CAER). Es un texto del dramaturgo londinense Jez Butterworth. Dirige el montaje Magda Puyo y lo interpretan Negrié, Josep Julien y Victòria Pagès. En Parlour song se entremezclan la diversión y la comedia negra. La obra explora la frustración con el engaño y la locura, tan bien disimulados en la sociedad del bienestar. Tras su paso por Reus, el montaje recalará en el teatro Goya del 13 de abril al 13 de mayo. Del 18 al 27 de ese mes se representará en la Sala Trono.

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