‘Casting’ por Eurovegas
Pulso final entre Madrid y Cataluña en Las Vegas por el megacomplejo del magnate Adelson Manglano le expone hoy su proyecto, que ofrece hasta 1.000 hectáreas en Alcorcón o Valdecarros
Síntoma de la crisis de crédito y credibilidad que azota a España, con la prima de riesgo por las nubes y 5,3 millones de parados apuntados en el INEM, Madrid y Barcelona se han ido de casting a Las Vegas para presentar al magnate Sheldon Adelson su proyecto para albergar el complejo de ocio y juego Eurovegas. Las promesas del empresario estadounidense de invertir hasta 18.800 millones de euros de aquí a 2022, lo que permitiría crear según sus cálculos 164.000 empleos directos y 97.000 indirectos a cambio de profundas reformas legales, han desembocado en un pulso entre los Ejecutivos de Artur Mas (CiU) y Esperanza Aguirre (PP). El veredicto final estará marcado por lo que suceda este fin de semana en la Ciudad del Pecado. La expedición madrileña, liderada por el consejero de Economía y Hacienda, Percival Manglano, parte con ventaja sobre la delegación catalana.
La Generalitat fue esta madrugada —hay nueve horas de diferencia— la primera en presentar sus respetos al magnate, con una delegación formada por el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, y dos de sus colaboradores. Cataluña mostró sus credenciales —hoy le toca a Madrid— al presidente y director de operaciones de Las Vegas Sands Corporation apostando por la baza que consideran diferenciadora. La carta marítima: el puerto de Barcelona es el primero del Mediterráneo y el cuarto del mundo en cruceros, con más de dos millones de turistas anuales. Una clientela que interesa especialmente a Adelson, cuyo círculo reconoce que hay “un 90% de posibilidades” de que el mayor centro de convenciones y ocio del Sur de Europa se levante en España.
Recoder también vendió el terreno ofrecido por la Generalitat para albergar el macrocomplejo, que estaría situado en Viladecans, a pocos kilómetros de Barcelona, el puerto, la estación de AVE y al lado del aeropuerto de El Prat. Precisamente su proximidad al aeródromo, pese a que en teoría es buena para la atracción de turistas, no permite realizar el proyecto tal y como pretende Adelson, cuya intención es construir varios rascacielos. El magnate ya dejó claro qué entiende por rascacielos: cuando visitó Barcelona para hablar del proyecto, las autoridades catalanas le mostraron la Torre Agbar, la tercera más alta de la ciudad, con 145 metros de altura. Adelson respondió que eso no era un rascacielos.
Frente a las estrecheces de la candidatura de Barcelona, la oferta que Madrid pondrá hoy sobre la mesa de Adelson parece más atractiva para el inversor que entre otras nimiedades se empeñó en construir una Venecia en miniatura en Las Vegas. A las dos de la tarde hora local, Manglano expondrá las fortalezas de la región con el respaldo del secretario general del Gobierno, José Luis Martínez, y del presidente de PromoMadrid, Jesús Sainz. La expedición, que partió el viernes por la tarde rumbo a la ciudad levantada a golpe de casino en medio del desierto del Mojave, tuvo el tiempo justo para aclimatarse y superar el jet lag antes de enumerar las bondades de su programa. Totalmente bilingüe, Manglano llevará la voz cantante de una exposición de unas dos horas, resaltando la “economía abierta y liberal” que tan bien define a Aguirre y en teoría muy del gusto de Adelson, conocido por ser un ferviente republicano. También destacará que Madrid es la región con el déficit más bajo, la red de comunicaciones ya creadas —tanto autopistas, líneas de AVE y Metro o el aeropuerto de Barajas, el cuarto más grande de Europa— y la pujanza de la Comunidad como nuevo destino de compras del turismo más selecto. “También se hará hincapié en el gasto medio por turista, el más alto de España con un desembolso en 2011 de 158 euros por jornada, un 5,4% más que en 2010, según datos del Instituto de Estudios Turísticos, y por encima de la media nacional, que es de 102 euros”, inciden en el Gobierno regional. La guinda del proyecto que detallará Manglano será la posibilidad de levantar el macrocomplejo bien en la zona de Valdecarros, perteneciente a Madrid capital, o de Alcorcón, la opción favorita de Adelson. Dos emplazamientos que permitirían a las EuroVegas extenderse sobre una superficie de 1.000 hectáreas, de las que 300 albergarían los hoteles, centros de convenciones, zonas comerciales, casinos, teatros, y golf. El resto, hasta completar las 1.000 hectáreas, sería para servicios complementarios de apoyo al complejo hotelero.
Sea cual sea el proyecto ganador, las exigencias de Adelson a la ciudad elegida, al Gobierno regional de turno y al Ejecutivo de Mariano Rajoy despiertan grandísimas reticencias a la operación: cambiar el Estatuto de los Trabajadores para relajar la “rigidez de los convenios colectivos”; modificar la Ley de Extranjería para acelerar la concesión de permisos de trabajo; dos años de exención total o casi total del pago de las cuotas a la Seguridad Social y de todos los impuestos estatales; que la comunidad y el Ayuntamiento correspondiente le cedan todo el suelo público que poseen en la zona, reubicando las viviendas protegidas en otros emplazamientos y expropiando el suelo que esté en manos privadas; que se permita a menores y ludópatas reconocidos entrar en los casinos, en cuyo interior se podría además fumar... “No vale todo, se negociarán algunos cambios, pero otros no”, afirman en la Comunidad de Madrid frente al alarmismo generado por la barra libre que exige Adelson.
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